Probióticos
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos. | Foto: Getty Images

Vida Moderna

Probióticos: sus beneficios para prevenir y tratar la diarrea infecciosa

La ingesta de probióticos debe estar supervisada por un especialista.

8 de noviembre de 2022

Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (microbiota normal) del cuerpo, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

“Los probióticos actúan principalmente en el aparato digestivo, donde pueden afectar el microbioma intestinal. Este microbioma está formado por muchos microorganismos (en su mayor parte bacterias) que viven en su mayoría en el intestino grueso. Cuando una persona come o bebe suficientes probióticos, estos le ayudan a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal, y además podrían proporcionar otros beneficios para la salud”, explican los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Sobre la misma línea, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, señaló que los probióticos se usan más comúnmente para la diarrea, incluida la diarrea infecciosa y la diarrea en personas que toman antibióticos. Además, algunas personas también usan los probióticos para problemas generales de digestión, síndrome del intestino irritable (SII), cólicos en bebés y muchas otras afecciones que involucran el estómago y los intestinos.

Así las cosas, algunos alimentos con probióticos son:

1. Yogur: proporciona una mejora de la salud digestiva y esto se debe a los probióticos que contiene, ya que son muy útiles para el bienestar del sistema digestivo, pero no todos los que están en los supermercados sirven.

2. Aceitunas y otros encurtidos: estos alimentos son los menos conocidos, pero lo más importante es que sean fabricados artesanalmente, pues con la producción industrial se pueden incluir sustancias que maten los microorganismos y, por tal razón, pierdan el efecto.

3. Tempeh: este alimento es desconocido por muchos, pero para las personas vegetarianas y veganas es muy común. El tempeh es realizado a base de soja fermentada y se utiliza para reemplazar el queso o la carne.

4. Kéfir: es una leche fermentada que tiene una gran cantidad de probióticos que mejoran la flora intestinal y el tránsito intestinal. Además, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.

5. Miso: este alimento asiático contiene muchos probióticos naturales y es una especie de soja fermentada.

6. Chucrut: este alimento se obtiene de la fermentación de la col blanca o el repollo y es muy rico en probióticos.

Adicional, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde señaló que “además de los alimentos, los probióticos también pueden consumirse como suplementos y existen diversas presentaciones: cápsulas, líquidos o sobres, los cuales deben ser diluidos en agua o jugos naturales para ser consumidos”.

Asimismo, indicó que “algunos nombres comerciales son: Lacteol Fort, Liolactil, Lactipan Pediátrico, Reuteri gotas de Biogaia, Vavig, Floraplus Eptavis, Glutapak R, Microbiot y Pro-T-Flor, y se pueden encontrar en las farmacias y tiendas de productos nutricionales”.

De todos modos, antes de consumir algún alimento lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.

¿Pueden los probióticos ser nocivos?

Los NIH indicaron que por miles de años, las personas han usado muchos de los microorganismos en los probióticos para fermentar alimentos. En las personas sanas, los probióticos pueden causar gases, pero rara vez causan infecciones u otros problemas de salud. Los probióticos tienen más probabilidad de causar problemas, como infecciones bacterianas, en las personas que ya están gravemente enfermas o tienen un sistema inmunitario débil.