La razón número uno por la que la mayoría de personas no logran perder peso, es que se olvidan de hacer cambios en su mente subconsciente. | Foto: istock

VIDA MODERNA

¿Puede entrenar su mente para perder peso rápidamente?

La idea de mantener una dieta puede resultar difícil para la mayoría de personas, lo que les impide estar firmes con hábitos saludables.

21 de enero de 2022

Los expertos aseguran que el poder de la mente puede lograr cosas extraordinarias. Y cómo no, si la mente supone ser el capitán de las acciones, pensamientos, decisiones y movimientos del cuerpo humano. Platón decía que “el cuerpo humano es el carruaje; el Yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento son las riendas, y los sentimientos, los caballos”.

Sin duda, la mente es tan poderosa que ejerce una influencia directa en los actos conscientes. Por esta razón, es fundamental controlar el poder de la mente en cuanto los pensamientos que van ligados a las propias acciones para ir perfeccionándolos poco a poco.

Además, como dijo alguna vez Albert Einstein, “la mente es como el paracaídas y solo funciona si la tenemos abierta”; por eso, la clave está en poder dominar los propios pensamientos. Este es el caso de las personas que siempre piensan negativamente con juicios sobre su cuerpo como: “soy muy fea(o), soy muy gorda(o), o nadie me quiere”. Este tipo de sentencias logran activar la mente hacia una sola dirección: el pesimismo. Por lo tanto, puede crear una imagen en su subconsciente errónea y activarla cada vez que se pare frente a un espejo.

Es posible bajar de peso gracias a la autoprogramación mental técnica que sirve para dar seguridad, fuerza y por ende subir el autoestima, | Foto: Neringa RK

Frente a los casos de baja autoestima generados por el peso, Tony Kamo, famoso terapeuta, especialista en hipnosis clínica, afirma que es posible bajar de peso gracias a la autoprogramación mental técnica que sirve para dar seguridad, fuerza y por ende subir el autoestima, enseñando a controlar los miedos y las inseguridades y haciendo que desaparezca automáticamente el estrés.

Cabe resaltar que varias veces se ha hablado del poder de la mente para bajar de peso. En la década de los noventa, el psicólogo estadounidense Stephen Gullo desarrolló un método que buscaba incrementar el autocontrol de las personas que querían bajar de peso.

La idea de que mantener una dieta es un martirio impide a muchas personas mantenerse firme en las conductas saludables. Las dietas comunes fracasan porque los expertos se concentran demasiado en los alimentos y han subestimado los rasgos psicológicos”, señala Gullo en su libro Entrenamiento del control de la comida.

Entrenar la mente para conseguir resultados

Probablemente, si las personas que han intentado bajar de peso no han tenido tanto éxito o pierden peso y lo vuelven a ganar, es porque sus creencias y pensamientos no están alineados con sus objetivos, frenando así todo el proceso.

Además, esto se da porque el exceso de peso es un reflejo del estado emocional y mental. Y la razón número uno por la que la mayoría de personas no logran perder peso, es que se olvidan de hacer cambios en su mente subconsciente para apoyar sus objetivos conscientes.

Cómo algunas creencias pueden frustrar los esfuerzos

No cabe duda que las más afectadas en recibir comentarios discriminatorios sobre su propio cuerpo son las mujeres. Por esta razón, no es raro que el negocio de las dietas esté en tanto auge.

Además, muchas mujeres tratan de perder peso rápidamente y muy a menudo antes de asistir a algún evento especial como una reunión escolar, unas vacaciones o un matrimonio. Sin embargo, casi el 90 % de las veces recuperan el peso porque el plan no era sostenible. Por lo tanto, estas mujeres desarrollan la creencia limitante de que nunca en su vida podrán perder peso, según el portal La Vida Lúcida.

Otras creencias limitantes comunes que pueden impedir alcanzar las metas de tamaño y peso corporal provienen del miedo. Por ejemplo, si algunas personas fueron víctimas de abuso sexual siendo más joven, pueden temer a que las encuentren más atractivas y, por consiguiente, las lastimen sexualmente.