SALUD
Puntos blancos en las amígdalas: ¿qué los causa y cómo se pueden tratar?
Mal aliento, dolor de garganta y de oído, además de alteración del gusto son, entre otros, los síntomas que genera esta afección.
Las amígdalas son parte del sistema linfático y están ubicadas en el fondo de la garganta. En estos órganos se pueden presentar, de manera ocasional, unos puntos blancos que indican diversas afecciones, las cuales se pueden tratar fácilmente.
Estas bolitas blancas, también conocidas como cáseum amigdalar, pueden convertirse en una de las causas principales del mal aliento o halitosis. Según el portal Tua Saúde, éstas pueden surgir debido a la acumulación de restos alimentarios, saliva y células de la boca, produciendo síntomas como mal aliento, garganta inflamada y, en algunos casos, dificultad para pasar el alimento.
Algunos de los síntomas que se presentan cuando se tiene esta afección son, por ejemplo, dolor al pasar el alimento de la boca al estómago, mal aliento, dolor de garganta, dolor de oído, en algunos casos; alteración del gusto; ronquidos y sensación de tener algo en la garganta.
Ante la presencia de signos y síntomas es importante consultar al otorrinolaringólogo para que diagnostique el factor que favorece el surgimiento de estas bolitas blancas y oriente el tratamiento a seguir.
El medio especializado Medical News Today, indica que la causa más común que genera estos puntos blancos son infecciones que pueden deberse a bacterias, un hongo o un virus. Si bien cualquier persona puede desarrollar una infección que cause esta molestia, quienes tienen un sistema inmunológico debilitado están más expuestos.
Algunas de las infecciones más comunes que pueden causar los puntos blancos son: la faringitis estreptocócica, candidiasis oral, amigdalitis viral y mononucleosis infecciosa. También existen otras causas que son menos comunes como una condición precancerosa llamada leucoplasia, herpes oral y cáncer oral.
Infección bacteriana
En el primer caso, la faringitis estreptocócica es una infección bacteriana, que puede causar complicaciones si la bacteria que ocasiona la infección se propaga a otras partes del cuerpo, como el corazón. Las complicaciones incluyen fiebre reumática e infecciones de oído y senos nasales.
Los síntomas adicionales que pueden indicar una faringitis estreptocócica incluyen: dolor de garganta, fiebre, glándulas inflamadas en el cuello y dolor de cabeza. Esta es una infección que se presenta especialmente en niños. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, hasta seis de cada 20 niños con dolor de garganta tienen esta afección.
La candidiasis oral, por su parte, es una infección fúngica en la boca. El portal Health Hily, indica que ésta se puede desarrollar en cualquier persona, pero es más común en bebés. También puede aparecer como un efecto secundario de los medicamentos como los esteroides orales.
Medical News Today indica que los puntos blancos pueden ser el único síntoma de la candidiasis oral, pero cuando se desarrollan síntomas adicionales, pueden incluir: dolor de garganta y también al tragar, así como cambios temporales en las papilas gustativas.
Estos puntos también se pueden dar por una amigdalitis viral, la cual incluye inflamación o hinchazón de las amígdalas. Aunque la bacteria del Streptococcus puede ocasionar amigdalitis, no es la única causa. Esta afección también puede desarrollarse debido a una infección viral. Las señales más comunes son las amígdalas inflamadas, fiebre, dolor de oído y congestión nasal.
Por último, otra de las afecciones que puede causar los puntos blancos en las amígalas es la mononucleosis infecciosa, una infección causada por el virus Epstein-Barr, el cual afecta ciertas células sanguíneas. Junto con las mencionadas pepas en el fondo de la garganta, se puede presentar fiebre, ardor de garganta y fatiga. Este es un virus que se contagia fácilmente de persona a persona.
Algunos remedios recomendados por los expertos son: realizar gárgaras con agua tibia y sal. Para prepararlo solo se requiere mezclar un vaso de agua tibia con una cucharada de sal, realizando gárgaras durante 20 segundos, dos o tres veces al día.
Otra alternativa es hacer as con un enjuague oral que no contengan alcohol, ya que esta sustancia reseca y deshidrata la mucosa oral, aumentando la descamación de las células, causando un aumento en la formación del cáseum.
Una alternativa más son las preparaciones caseras. Una opción es el enjuague de granada y propóleo, que también es un antibiótico natural. Para prepararlo basta agregar 20 gramos de hojas y flores de granada y tres gotas de propóleo en dos tazas de agua hirviendo y dejar enfriar. A continuación, hacer gárgaras de 30 segundos hasta cinco veces al día.
También se puede beber o hacer gárgaras con té de llantén, ya que esta planta medicinal tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y astringentes, ayudando con el tratamiento. Para hacer este té se requiere de 10 gramos de hojas de llantén en 500 mililitros de agua hirviendo y dejar reposar alrededor de 15 minutos. Luego se cuela y se beben unas tres tazas al día.
En caso de que no haya mejoría en los primeros días después del uso de estos remedios caseros, se recomienda consultar a un especialista para que indique el tratamiento adecuado.