Vida Moderna
¿Qué beneficios ofrece el zinc a la piel del rostro?
Este elemento es utilizado en los procesos de regeneración de tejidos, crecimiento y división celular.
El zinc es un nutriente esencial para mantener la salud de las personas. Este se encuentra presente en las células de todo el cuerpo y ayuda al sistema inmunitario a luchar contra las bacterias y los virus que lo atacan.
El cuerpo utiliza el zinc para producir ADN (el material genético de las células) y las proteínas. Por ejemplo, en el embarazo, la infancia, la niñez y la adolescencia el cuerpo necesita el zinc para crecer y desarrollarse bien. Además, favorece la cicatrización de las heridas y es importante para el buen funcionamiento del sentido del gusto.
Así actúa el zinc en el rostro
El zinc es uno de los oligoelementos esenciales más habituales en las cremas. Esto debido a que ocupa un lugar importante en los procesos de regeneración de tejidos, crecimiento y división celular. Así lo explica Estefanía Ferrer, ingeniera química y fundadora de LICO Cosmetics.
El zinc se utiliza, principalmente, formulado como óxido de zinc o como gluconato de zinc. La aplicación más popular del formato en óxido es el de filtro solar ya que es capaz de reflejar los rayos del sol evitando el daño UVA en la piel. Tiene un amplio uso como filtro mineral y suele usarse combinado con óxido de titanio en cremas de protección solar.
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Además, este nutriente posee la capacidad de inhibir la proliferación bacteriana, lo que convierte al zinc en un ingrediente indispensable dentro de los productos pensados para las pieles grasas.
Las pieles con rosácea o muy sensibles también agradecen incorporar este mineral en su cuidado diario mediante cremas de protección solar con filtros minerales o físicos porque su gran peso molecular y estabilidad respetan muchísimo este tipo de pieles. Ahora bien, hay que prestar atención a las cantidades: Para el gluconato de zinc, es interesante una concentración del 2%. En el caso del óxido de zinc no puede superarse nunca una concentración del 25%.
Fuentes alimentarias de zinc
- Frutos secos (almendras y avellanas).
- Ostras y algunos tipos de marisco (cangrejo y langosta).
- Carne roja magra (carne de vaca, cerdo y búfalo).
- Judías.
- Cereales integrales (avena, centeno y pan integral).
- Verduras (setas, col rizada, guisantes y espárragos).
- Aves de corral (pollo y pavo).
- Pescado (platija, sardinas, salmón y lenguado).
- Productos lácteos (leche, yogur y quesos).
- Frutas desecadas.
Debido a que no todas las personas absorben el zinc de la misma manera y en cantidades iguales —ya que el zinc no se almacena en el organismo, en determinadas situaciones— para poder beneficiarse de sus propiedades, podría optarse por complementos alimenticios.
Hay algunos grupos de personas que corren mayor riesgo de sufrir una deficiencia de zinc que otros. Por ejemplo:
- Vegetarianos y veganos.
- Mujeres embarazadas y lactantes.
- Bebés alimentados exclusivamente con leche materna.
- Personas con anemia falciforme.
- Personas malnutridas.
- Personas que abusan del alcohol.
- Pacientes con nefropatía crónica.
El zinc es necesario en varios procesos del organismo por sus propiedades y desempeña un papel importante como antioxidante, en la síntesis de ADN y en el crecimiento y desarrollo.
Por eso, conviene recordar siempre que hay que comer muchos alimentos ricos en zinc o usar complementos alimenticios.
Consecuencias de la deficiencia de zinc
- Disminución del rendimiento mental y problemas de conducta, ya que gracias a sus propiedades contribuye al funcionamiento cognitivo normal.
- Disminución del gusto o del olfato. Una de las enzimas cruciales para un adecuado sentido del gusto y del olfato depende del zinc. Si quieres disfrutar de una sabrosa comida, asegúrate de proporcionarle a tu organismo suficiente zinc.
- Deterioro del crecimiento y el desarrollo.
- Erupciones cutáneas.
- Deficiencia en la cicatrización de las heridas. El zinc se utiliza habitualmente en los hospitales como tratamiento para las quemaduras, algunas úlceras y otras lesiones cutáneas.
- Aumento de las probabilidades de infección. Si quieres conservar la salud en todas las estaciones, debes asegurarte de reforzar tu organismo con zinc.
El zinc está presente en muchos alimentos de origen animal y vegetal. Esto hace que sea fácil obtener en una cantidad suficiente, a través de una dieta sana y equilibrada.