Vida Moderna
¿Qué efectos tiene el consumo de jugo de tomate en la presión arterial?
Sus compuestos antioxidantes y propiedades drenantes ayudan a la salud del organismo.
Sin duda, está demostrado y recomendado por los especialistas en salud que la ingesta diaria de frutas y verduras es determinante para conservar una buena salud y que los órganos desarrollen sus funciones de manera óptima. Estos alimentos suelen ser consumidos en su forma natural o presentadas en jugos y batidos.
El aporte de fibra, vitaminas, minerales y otros nutrientes hacen que estos alimentos sean clave para ser incluidos en una dieta saludable y balanceada y, por ello, los expertos recomiendan comer al menos cinco porciones entre frutas y verduras al día.
Por ejemplo, son varias las personas que recurren a varios métodos naturales para controlar la presión arterial, la cual está determinada tanto por la cantidad de sangre que el corazón bombea, como por el grado de resistencia al flujo de la misma en las arterias. Y cuanta más sangre el corazón bombee y cuanto más estrechas estén las arterias, mayor será la presión arterial, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
A su vez, el sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, MedlinePlus, señala que las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números: el número superior se denomina presión arterial sistólica y el número inferior se llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mmHg).
Lo más leído
- Una presión arterial normal es cuando es menor a 120/80 mmHg, la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mmHg, la mayoría de las veces.
- Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mmHg y el valor del número inferior es menor a 80 mmHg, se denomina presión arterial elevada.
Jugo de tomate para la presión arterial
Una buena opción es el tomate, rico en nutrientes como, calcio, fósforo, potasio y sodio y vitaminas A, B1, B2 y C. Asimismo, dentro de sus propiedades están que es antiséptico, alcalinizante, depurativo, diurético, digestivo, laxante, antiinflamatorio y remineralizante.
Sin embargo, aunque el tomate no es un alimento con alta cantidad de fibra (1,8 %), las semillas, la pulpa y la piel son suficientes para ayudar con el tránsito intestinal. En la larga lista de beneficios que le ofrece al cuerpo es que ayuda a cuidar la salud del corazón, debido a que es bueno para la circulación y regula la presión arterial.
Una publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Edith Sánchez, refiere un estudio realizado por el Centro Médico Soroka de Israel, en el cual se seleccionó un grupo de pacientes que sufrían de hipertensión, pero no respondían bien a los medicamentos. A todos se les administró una serie de suplementos de tomate, durante cuatro semanas, evidenciando una significativa mejoría.
Esto se debió al hecho de que los tomates contienen licopeno, un potente antioxidante que se asocia con la prevención de enfermedades cardíacas. Asimismo, protege la buena salud arterial. Aparentemente, lo ideal es consumir cuatro tomates al día, bien sean enteros o en diversas preparaciones, indica la fuente citada.
¿Cómo prepararlo?
Ingredientes:
- Una rama de apio.
- Cuatro tomates frescos que estén maduros y de un buen tamaño.
- Dos ramas de perejil fresco.
- Albahaca o hierbabuena.
- Aceite de oliva.
Paso a paso
Primero, poner a hervir los tomates dentro de una olla con suficiente cantidad de agua, cuando la cáscara de este producto se empiece a soltar, se deben retirar del fuego.
Una vez sacados del fuego se deben poner en otro recipiente con abundante agua fría. Luego de estar sumergidos por un tiempo, dentro del agua, se les debe quitar la cáscara que gracia a este proceso debe salir con facilidad.
Luego se deben cortar los trozos de perejil y apio para agregarlos dentro de la licuadora junto con los tomates. Licuar hasta obtener una mezcla compacta y sin grumos. Añadir a la bebida un poco de aceite de oliva al gusto e ingerir.