¿Qué efectos tiene el consumo de orégano en el corazón?

Como muchas otras especias, el orégano ha ganado relevancia en las cocinas de todo el mundo, gracias a su aporte de sabor. Sin embargo, su importancia va más allá, pues es una planta a la que se le atribuyen muchas propiedades que pueden ser beneficiosas para la salud.

Contiene fibra, hierro, manganeso, vitamina E, hierro, calcio, ácidos grasos, omega, manganeso, además de ser una fuente rica en vitamina K.

Son diversos los beneficios que en materia de salud puede brindar; pero siempre la recomendación es consultar al médico, pues su consumo no es recomendado, por ejemplo, en caso de embarazo, lactancia, diabetes, alergias o trastornos hemorrágicos.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que esta especia contiene sustancias químicas que pueden ayudar a reducir la tos. También contribuiría con la digestión y en la lucha contra algunas bacterias y virus.

Normalmente, las personas usan el orégano para curar heridas, infecciones parasitarias y muchas otras condiciones, pero se requiere mayor evidencia que ratifique estos beneficios, de acuerdo con la mencionada institución.

Orégano, aliado del corazón

Esta especia es muy utilizada para cuidar la salud del corazón, por ejemplo. Una de las formas en que lo hace es ayudando a controlar los niveles de colesterol en la sangre. Según el portal de salud Tua Saúde, el consumo diario de té de orégano ayuda a disminuir este lípido, ya que esta hierba contiene gran cantidad de compuestos con propiedades antioxidantes, como los flavonoides, timol y carvacrol, previniendo de esta forma el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.

A esto se suma que, de acuerdo con el portal Salud Digital, hay evidencia científica en el sentido de que los ácidos grasos omega-3 que posee el orégano elevan los niveles de colesterol “bueno”, mejorando así la salud del corazón. Estos compuestos también ayudan a reducir la inflamación en el sistema cardíaco.

Las propiedades antiinflamatorias y diuréticas del orégano, además, contribuyen a aliviar la presión arterial alta. Al ser una planta rica en carvacrol ayuda a limpiar las arterias, por lo que la sangre fluye más fácilmente previniendo el desarrollo de afecciones como la hipertensión.

De igual forma, la ingesta regular de esta especia le ofrece al organismo un efecto antidiabético al bloquear algunas enzimas que actúan en el metabolismo de la glucosa, promoviendo el equilibrio del azúcar en la sangre, por lo que puede ser útil para ayudar a controlar la diabetes y la prediabetes, que también son factores de riesgo para la salud del corazón.

Otros beneficios

De acuerdo con un estudio de la Biblioteca Nacional de Medicina, esta especia contiene propiedades expectorantes por lo que tomar la infusión puede ayudar a disminuir los síntomas en las personas que tienen este tipo de padecimientos.

El orégano puede bloquear el crecimiento de las bacterias Escherichia coli y Pseudomas aeruginosa, las cuales ocasionan diversas infecciones. Además de estas bacterias, ayudaría a combatir cerca de 23 especies más, entre ellas las que causan afecciones estomacales.

Otro de los beneficios del orégano si se consume en infusión es que podría prevenir el desarrollo del cáncer de colon. De acuerdo con análisis de esta misma institución, esta bebida contiene una sustancia llamada carvacrol, la cual puede suprimir el crecimiento y propagación de células cancerígenas que benefician el desarrollo de la mencionada enfermedad en el colon.

Un beneficio más es que es bueno para combatir problemas de inflamación. Una investigación publicada en Science Direct menciona que esta especia es rica en antioxidantes, los cuales además de hacerle frente a los radicales libres, aportan para bajar la inflamación del cuerpo.

Por último, el consumo de esta especia beneficia la disminución de dolores de cabeza, aftas, verrugas, acné y funciona como repelente de insectos. Y si bien la infusión tiene sus propios beneficios, también se pueden obtener con la aplicación del extracto de la hierba directamente en la piel, pues ayuda a una rápida cicatrización y así a la reducción de infecciones por heridas.