Vida moderna
¿Qué ejercicio es bueno para una persona con diabetes tipo 2?
El ejercicio es un factor clave para combatir esta enfermedad y contribuir al bienestar integral del organismo.
La Organización Mundial de la Salud insiste en la importancia de ejercitarse regularmente. La actividad física no solo ayuda a mantener un peso saludable sino que tiene otros efectos positivos en el cuerpo humano. Dentro estos se incluye que:
- Tiene efectos positivos para la salud cardíaca.
- Ayuda a la prevención y gestión de enfermedades no transmisibles como el cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares.
- Disminuye los síntomas de ansiedad y depresión.
- Mejora las habilidades de juicio, aprendizaje y razonamiento.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan la importancia del ejercicio para las personas que tienen cualquier tipo de diabetes. La actividad física hace que el organismo sea más sensible a la insulina, ayudando a regular esta enfermedad. Adicionalmente, ejercitarse ayuda a regular nos niveles de azúcar en la sangre.
Antes de empezar a ejercitarse se recomienda consultar al médico y recibir asesoría profesional adecuada y tener un plan de entrenamiento seguro, de acuerdo a las necesidades de cada individuo. Según indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, en algunas personas con diabetes es necesario realizar algunos exámenes previos para que el ejercicio sea seguro. “Algunos tipos de ejercicio intenso pueden empeorar los ojos si ya se tiene enfermedad diabética del ojo. Hay que hacer un examen de los ojos antes de empezar un nuevo programa de ejercicios”.
Los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, señalan algunos factores que se deben tener en cuenta. “la diabetes y el ejercicio también plantean desafíos únicos. Para hacer ejercicio de manera segura, necesitarás hacer un seguimiento de tu nivel de azúcar en la sangre antes, durante y después de la actividad física. Esto te mostrará cómo responde tu cuerpo al ejercicio, lo que puede ayudarte a prevenir fluctuaciones potencialmente peligrosas del azúcar en la sangre”.
Respecto al tipo de ejercicio que se debe realizar depende de cada caso. Por eso es importante consular al médico previamente. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalan que lo mínimo es realizar 150 minutos de actividad física de intensa moderada semanalmente. Esto se puede lograr ejercitándose 25 minutos al día.
Es importante aclarar que para ejercitarse no es necesario acudir a un gimnasio o a un centro deportivo en específico. “La actividad física hace referencia a todo movimiento, incluso durante el tiempo de ocio, para desplazarse a determinados lugares y desde ellos, o como parte del trabajo de una persona”, afirma la Organización Mundial de la Salud.
Teniendo en cuenta esto, algunas de las formas en las que se puede hacer ejercicio de intensidad moderada son caminar rápido, hacer algunas tareas del hogar, cortar el césped, bailar, nadar, manejar bicicleta, practicar el deporte favorito, etc.
La diabetes
La diabetes sacarina o diabetes mellitus es una enfermedad crónica que “ocurre cuando el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce”, señala la OMS. La función de la insulina, que es una hormona producida por el páncreas, es regular la concentración de la glucosa en la sangre. La principal característica de esta enfermedad son los niveles altos de azúcar en la sangre.
Existen tres diferentes tipos de diabetes. La tipo 1, que se caracteriza por ser la menos común, se puede presentar en cualquier edad (niños, jóvenes y adultos) y sucede cuando hay producción deficiente de insulina o la hay en cantidades mínimas. La de tipo 2, es la más común y sus síntomas son silenciosos, por lo que algunas personas no saben que padecen la enfermedad y aumenta el riesgo de complicaciones en su estado de salud. Y por último, la diabetes gestacional que, como su nombre lo indica, sucede durante el embarazo y aumenta las complicaciones durante el parto; además de que incrementa el riesgo de que la madre y el hijo presenten diabetes de tipo 2 en el futuro.