Vida Moderna

¿Qué enfermedades alivia y previene la moringa?

Se recomienda consultar con un médico para su consumo regular.

12 de septiembre de 2022
Moringa
La moringa tiene efectos antioxidantes mismos que combaten algunas afecciones. | Foto: Getty Images

De acuerdo con el portal de salud, Tua Saúde, la moringa es usada en la medicina para reducir los síntomas de varias enfermedades tales como la diabetes o la hiperglucemia. Asimismo, al tener efectos protectores sobre el corazón, ayuda a prevenir enfermedades cardiacas.

Las enfermedades que previene el consumo de moringa

Muchas son las enfermedades que se relaciona con el consumo de una infusión de moringa, tales como:

  • Presión arterial alta: la Clínica Mayo precisa que esta afección se debe “la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de tus arterias”, que puede causar daños en el corazón provocando más adelante complicaciones.

El sitio web citado asegura que gracias a los flavonoides y a los polifenoles, esta planta puede regular la presión porque “ayudan a relajar los vasos sanguíneos”.

  • Diabetes: esta enfermedad se debe a la no producción de insulina del cuerpo y/o a la resistencia de las células a ella. Existen tres tipos de diabetes: la I, la II y la gestacional.

La moringa es útil para prevenir esta enfermedad porque ayuda a reducir la glucosa del torrente sanguíneo. No obstante, lo anterior solo disminuye las posibilidades de riesgo de padecer diabetes, lo que no significa que las elimine.

Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud.
Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ser un riesgo para la salud. | Foto: Getty Images/iStockphoto
  • Combatir la anemia: esta enfermedad se debe al déficit de glóbulos rojos en el cuerpo, por lo que es indispensable en una dieta balanceada incluir alimentos que tengan vitamina C, misma que ayuda en la absorción de hierro y combate la afección. Entre tanto, la moringa es rica en hierro útil en el tratamiento de anemia.
  • Fortalecer el sistema inmunológico: para estimular el sistema inmune, la moringa es propia para tal fin porque al ser rica en vitamina C, polifenoles y betacarotenos contrarresta los agentes que acechan el organismo.
  • Prevenir el cáncer: esta enfermedad -que en algunos casos es terminal- se debe a la proliferación de células cancerosas en todo el cuerpo que se origina en un órgano.

Según la Organización Mundial para la Salud, OMS, en el 2020 aproximadamente 10 millones de personas murieron como consecuencia de esta enfermedad, siendo el cáncer de próstata, mamá y colon, los más relevantes.

El consumo de alcohol y de cigarrillo se ven altamente relacionados con esta afección. Asimismo, un plan de alimentación con alimentos de baja calidad pueden contribuir en su aparición. Tua Saúde señala que la moringa tiene efectos anticancerígenos -según estudios- que pueden prevenir su desarrollo.

¿Cómo usar vitamina C?

El mismo portal precisa, en otro documento, que la vitamina C es un antioxidante que puede combatir varias enfermedades y estimular la producción de colágeno, la proteína que le da firmeza a la piel.

Asimismo, esta vitamina se puede encontrar en frutas como la naranja, el limón, las fresas y otros alimentos que ayudan al organismo para su buen funcionamiento.

Tal y como lo señala la Clínica Mayo, la anemia produce cansancio, palpitaciones, mareos, entre otros síntomas, que pueden empeorar. Esta enfermedad se debe en algunos casos a la falta de hierro y la vitamina C contribuye en su absorción.

Entre sus ventajas, la vitamina C, ayuda a disminuir el colesterol LDL que se considera malo y que al adherirse a las paredes de las arterias, puede provocar un accidente cardiovascular o un infarto.

Esta fruta es una fuente de vitamina C.
Esta fruta es una fuente de vitamina C. | Foto: Getty Images/iStockphoto

¿Cómo preparar un té de moringa?

Se aconseja consultar con un médico antes de su consumo regular:

  1. Hervir una taza de agua
  2. Cuando esté en ebullición, agregar una cucharada de hojas de moringa
  3. Bajar del fuego, tapar.
  4. Dejar reposar, para luego consumir.