SALUD
¿Qué enfermedades se desarrollan durante la menopausia?
Esta etapa en la vida de la mujer llega acompañada de cambios físicos y emocionales.
La menopausia es un periodo fisiológico en la vida de las mujeres que está condicionado por cambios hormonales y consiste en el cese permanente de la menstruación.
Se diagnostica después de que transcurren doce meses sin que la persona tenga un período menstrual. La menopausia puede darse entre los 40 y 50 años, pero la edad promedio es a los 51, dicen los expertos.
El instituto de investigación clínica Mayo Clinic precisa que esta etapa llega acompañada de síntomas como sofocos y cambios emocionales que pueden alterar el sueño, disminuir la energía o afectar la salud emocional.
En los meses o años anteriores es posible que la mujer evidencie señales como: períodos menstruales irregulares, sequedad vaginal, sofocos, escalofríos, sudores nocturnos, problemas de sueño, cambios en el estado de ánimo, aumento de peso y metabolismo lento, afinamiento del cabello, piel seca y pérdida de volumen en los senos.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la menopausia se produce porque los ovarios dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona.
Enfermedades
Cuando esta etapa se presenta en la mujer, el riesgo de padecer ciertas enfermedades aumenta. Según Mayo Clinic estas son las posibles complicaciones:
- Enfermedades cardíacas. Cuando los niveles de estrógeno disminuyen, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Estos padecimientos son la causa principal de muerte tanto en mujeres como en hombres. Por lo tanto, es importante hacer ejercicio regularmente, tener una dieta sana y mantener un peso saludable, indican los especialistas.
- Osteoporosis. Este trastorno hace que los huesos se tornen débiles y quebradizos, lo que genera mayor riesgo de fracturas. Durante los primeros años después de la menopausia, es posible que se pierda densidad ósea a un ritmo rápido, lo que aumenta el riesgo de debilidad de la estructura ósea. Las mujeres posmenopáusicas con osteoporosis son susceptibles a fracturas de columna vertebral, caderas y muñecas.
- Incontinencia urinaria. A medida que los tejidos de la vagina y de la uretra pierden elasticidad, es posible que la mujer experimente una necesidad frecuente y repentina de orinar, seguida de una pérdida involuntaria de orina al toser, reír o levantarse.
- Infecciones: También es posible que se presenten infecciones de las vías urinarias con más frecuencia. Función sexual. La sequedad vaginal debida a disminución de la producción de humedad y la pérdida de elasticidad pueden causar malestar y un leve sangrado durante las relaciones sexuales. Además, la disminución de la sensibilidad puede reducir el deseo sexual.
- Aumento de peso. Muchas mujeres aumentan de peso durante la transición menopáusica y después de la menopausia debido a que el metabolismo se torna más lento. La recomendación de los especialistas es comer menos y hacer más ejercicio.
- Retención de líquidos: es uno de los problemas más característicos de la menopausia y consiste en la acumulación de agua en el organismo. Según el portal Cinfasalud, de España, los principales síntomas son hinchazón de piernas, tobillos y abdomen; aumento de peso; sensación de pesadez y bolsas en los ojos. Lo ideal para evitar la retención de líquidos es cuidar la dieta comiendo frutas, verduras, legumbres y hortalizas que contienen potasio, una sustancia que ayuda a eliminar los líquidos a través del riñón.
Ante esta realidad en la vida de las mujeres, los especialistas recomiendan tener un preventivo de la salud a medida que se envejece y este consiste en realizar los exámenes de detección recomendados, como por ejemplo colonoscopia, mamografía y determinación del valor de los triglicéridos.
Consejos
Los expertos dan algunos consejos que pueden ayudar para convivir con la menopausia.
- Autoestima. Es importante afrontar ese momento con una actitud positiva, viendo que esta nueva etapa de la vida puede ser aprovechada para llenarse de vitalidad y experiencia.
- Hacer ejercicio físico moderado y regular. La actividad física es fundamental para conseguir beneficios cardiovasculares y retrasar la aparición de trastornos, y ayuda a mantener la fuerza del músculo y a evitar caídas. Una forma de evitar el sedentarismo es caminando entre media hora y una hora diaria.
- Alimentación saludable: En esta época de la vida existe una tendencia al aumento de peso y a la aparición de hipertensión arterial, colesterol alto y otras dolencias. Es preciso reducir el consumo de grasas y azúcares, y aumentar el de frutas, verduras y cereales y de productos que contengan calcio, como los lácteos. Además, la vitamina D es crucial para fortalecer los huesos y evitar problemas de osteoporosis.
- Reducir la sal en las comidas. La sal incrementa la presión arterial, por lo que no se debe abusar de ella.
-Evitar la automedicación con hormonas u otros medicamentos. Es muy importante consultar con el médico para realizar un seguimiento farmacológico.