Vida Moderna
¿Qué es bueno comer para subir las defensas? tres vitaminas son clave
El sistema inmunitario ayuda a que las personas se mantengan sanas.
El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo ante organismos infecciosos y otros invasores, de acuerdo con el Rady Children’s Hospital-San Diego.
“Cuando los gérmenes como bacterias o virus invaden el cuerpo, estos atacan y se multiplican. A lo anterior, se le conoce como infección y esta causa la enfermedad que afecta. Por ello, lo que hace el sistema inmunitario es proteger a la persona de la enfermedad combatiendo los gérmenes”, según explicó Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Por ello, el Portal Bogotá consultó a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO por sus siglas en inglés) qué es bueno comer para subir las defensas y según la institución es vital consumir alimentos que contengan vitaminas como, por ejemplo:
1. Alimentos que contengan vitamina C: que se encuentran en el grupo de frutas cítricas como la guayaba, naranja, mandarina, kiwi, tomate e incluso en verduras de hojas verdes como el brócoli.
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2. Alimentos ricos en vitamina A: como el hígado, productos lácteos como la leche, huevos, mantequilla, o de frutas y verduras de color amarillo o naranja intenso como las zanahorias, auyama, mango y papaya.
3. Alimentos que contengan vitamina B: como cereales integrales, avena, trigo, maní, algunas frutas, carne de cerdo, pescado, verduras de hoja verde, espárragos y alimentos que contengan proteína.
De otro lado, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, puntualizó que otros nutrientes que ayudan a subir las defensas son:
- “Omega-3: sardina, salmón, arenque, atún, semillas de chía, nueces y linaza.
- Selenio: nuez de brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, pollo, pan de forma, queso, repollo, harina de trigo.
- Zinc: ostras, camarón, carne de vaca, pollo, pavo y de pescado, hígado, germen de trigo, granos integrales, semillas de calabaza, frutos secos (cacahuates, almendras, nuez de brasil).
- Vitamina E: semillas de girasol, avellanas, cacahuates o maní, almendras, pistachos, mango, aceite de oliva, pasta de tomate, aceite de girasol, nueces, papaya.
- Probióticos: yogurt natural, leche fermentada tipo kéfir o yakult”.
Entre tanto, el portal portugués señaló que otra forma de aumentar las defensas es adoptando buenos hábitos de salud como, por ejemplo:
1. Hacer ejercicio: la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas entre 75 y 150 minutos, o una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
2. Dormir bien: la mayoría de los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche para una buena salud.
3. Tomar agua: por lo general la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve. Sin embargo, el consumo de agua puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día. Por ejemplo, si la persona hace ejercicio debe consumir más agua, para cubrir la pérdida de líquidos. Asimismo, si el clima es cálido y se suda más, es recomendable aumentar la ingesta de agua, o si una mujer está embarazada, es posible que necesite más líquidos.
4. Evitar el estrés: “Se ha demostrado que el estrés psicológico crónico disminuye el número de células B, que son aquellas que producen anticuerpos, así como la funcionalidad y la actividad de las células NK -Natural Killer por sus siglas en inglés-. Ambas están dentro del grupo de los linfocitos y tienen una función primordial en la defensa del organismo ante infecciones bacterianas, virales y micóticas.
El problema radica en que frente a situaciones amenazantes, esta función puede afectarse por la liberación exagerada y sostenida de adrenalina y cortisol. Lo anterior, con el objetivo de proveer energía para hacer frente a las demandas externas”, explica la doctora Carolina Díaz, inmunóloga de Clínica Las Condes, de Chile.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica, y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.