Nutrición
¿Qué es el sacha inchi y por qué está de moda?
Este fruto sería una excelente fuente de aceites omega 3, ideal para una dieta sana para el corazón. Un estudio sentó las bases para su exportación.
Cuando fue a donde su nutricionista Daniela Ortiz recibió en el listado de productos que podía comer uno que le llamó la atención. Se llama Sacha Inchi y se puede comer como las nueces o como aceite. Su curiosidad por saber más la llevó a explorar más sobre el tema hasta encontrar que es una planta que se produce en Bolivia, Colombia y Perú y su fruto cuenta con alto contenido de Omega 3.
Este producto por lo tanto es natural, saludable, exótico y orgánico y, según los expertos contribuye al correcto desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso y del cerebro, al fortalecimiento del sistema inmunológico, digestivo y óseo, gracias a su contenido de vitaminas, minerales, nutrientes y grasas insaturadas. Con su fruto también es posible producir aceite. Incluso, a través de un proceso de transformación, su semilla se utiliza en la industria cosmética y farmacéutica para fabricar cremas para el cuidado de la piel, jabones y aceites para masajes.
El Sacha Inchi es un fruto seco originario de la Amazonía y hoy es muy apetecido en el mercado alimenticio y farmacéutico por sus propiedades y beneficios al consumirlo, ya que posee gran cantidad de antioxidantes y un alto índice de Omega 3, 6 y 9. Según la nutricionista Sandra Pérez, a este ‘mani inca’, como también se le conoce, lo aprecian en el mundo porque tiene muchos antioxidantes, es rico en ácidos grasos polinsaturados y “ayuda a la disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos por lo que mejora el perfil lípido y reduce el riesgo cardiovascular. Por eso es tan conocido”, dice la experta.
Además de lo anterior se le atribuyen propiedades antiinflamatorias y por eso muchos lo recetan para para la artritis, el reumatismo y osteoporosis. La demanda mundial por los productos derivados del Sacha Inchi están creciendo especialmente en el segmento de la población que tiene preferencia por el consumo de productos light, sanos o dietéticos y de alto contenido nutricional. Muchos incluso están dispuestos a pagar más por un producto con estas propiedades.
Su auge ha hecho que Colombia se convierta en un país exportador y de hecho los agricultores del departamento de Boyacá, específicamente de los municipios de Puerto Boyacá, Otanche, Miraflores y Moniquirá, cuentan hoy con todas las herramientas para empezar a exportar exitosamente el fruto Sacha Inchi a Norte América, Europa y Asia. Esto es gracias a una investigación de las universidades del Rosario, Pedagógica y Tecnológica de Colombia y Nacional que sentó las bases para que los agricultores de Boyacá puedan contar con los insumos y requerimientos para exportar Sacha Inchi con buenas rentabilidades para sus productores.
La investigación, titulada “Propuesta técnica para el estudio de prefactibilidad, mercadeo y lineamientos de calidad en la cadena de valor de Sacha Inchi (plukenetia volubilis)”, de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC) y la Universidad Nacional desarrolló una serie de insumos para el modelo de negocio que les permitirá a los agricultores del departamento de Boyacá mejorar su proceso de producción de Sacha Inchi, con miras a exportar este fruto a lugares donde tiene un alto potencial de comercialización y consumo, explicó Clara Inés Pardo Martínez, investigadora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario. “Los principales hallazgos del proyecto evidencian que, si se siguen una serie de criterios, la viabilidad de su implementación en el largo plazo es óptima y con buenas rentabilidades para sus productores”, dice la investigadora.
Los investigadores del estudio esperan que su contribución permita posicionar paulatinamente a Colombia como una región productora de Sacha Inchi. Datos del Ministerio de Agricultura señalan que para el año 2019, en el país existían aproximadamente 2.300 agricultores especializados en esta planta en cerca de 2.000 unidades productivas. “Con este proceso queremos, no solo que se incremente esta cifra, sino que se vaya modernizando y tecnificando la cadena, logrando de esta manera mejorar las condiciones económicas y sociales de los agricultores del país”, explicó Pardo.