SALUD
¿Qué es la fiebre emocional y cómo tratarla?
Además de la temperatura elevada, es posible que se presenten otros síntomas como aumento de la tensión arterial, fatiga y enrojecimiento de la piel.
La fiebre emocional, también conocida como fiebre psicógena, es una condición en que la temperatura del cuerpo se eleva ante una situación de estrés elevado, causando sensación de calor, sudoración excesiva y dolor de cabeza.
El diagnóstico de la fiebre emocional no es fácil de encontrar, sin embargo, puede ser realizado por un médico general, neurólogo o psiquiatra, a través de la historia clínica y la práctica de exámenes que sirven para descartar otras enfermedades.
Además de la temperatura elevada, es posible que se presenten otros síntomas, como aumento de la tensión arterial, ritmo cardíaco acelerado, tensión muscular, fatiga y enrojecimiento de la piel, asegura el portal Mejor con Salud.
De acuerdo con expertos, el cuerpo puede reaccionar de diferentes formas ante una situación de estrés. Citando un artículo científico de 2015, publicado en la revista indexada Temperature, el portal Business Insider indica que las fiebres psicógenas se diagnostican cuando la temperatura corporal supera los 37ºC mientras alguien experimenta estrés agudo o crónico.
Otra investigación de 2020 publicado en la revista Science encontró que la respuesta al estrés afecta el hipotálamo en ratas, el área del cerebro que controla la temperatura corporal. No obstante, se necesita más análisis científico para determinar si este es el caso también de los humanos.
Expertos aseguran que cuando el estrés se mantiene por un tiempo prolongado, puede contribuir con una variedad de afecciones. En los estudios sobre el tema se estima que, de cada cuatro visitas al médico, de dos a tres están relacionadas con enfermedades asociadas al estrés.
Mejor con Salud asegura que si bien el estrés es una respuesta fisiológica del cuerpo, su exceso deriva en problemas físicos.
¿Cómo saber si es fiebre emocional?
En la fiebre emocional, el diagnóstico es producto de la revisión de la historia clínica del paciente, conjuntamente con la observación de los síntomas y el análisis de los resultados de los exámenes complementarios.
En ese orden de ideas, se puede estar en presencia de una fiebre emocional cuando la temperatura corporal está elevada, los estudios de laboratorio no determinan la presencia de alguna infección y la persona se encuentra atravesando una situación de estrés. Pero si hay síntomas de congestión nasal, tos o dolor de garganta, por ejemplo, es posible que se trate de un resfriado común o una gripa.
Tua Saúde indica que este tipo de fiebre generalmente es transitoria y desaparece espontáneamente, sin embargo, puede durar meses si es causada por estrés continuo, y la mayoría de las veces no mejora con el uso de medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, ni antipiréticos como la dipirona sódica.
Por lo general, el tratamiento de la fiebre emocional apunta a la condición de estrés de base. En tal sentido, se puede abordar el problema a través de distintas alternativas como medicación para la ansiedad, antidepresivos, terapia cognitivo-conductual o de otro tipo y técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
“Si bien en ocasiones hay situaciones de estrés puntuales o circunstanciales, hay que estar atentos a este y a otros síntomas físicos. Sobre todo porque la fiebre emocional puede aparecer en momentos de mayor tensión”, precisa Mejor con Salud.