¿Qué es un vibrador y por qué casi no dejan abordar a Marcela Mar por este objeto?

“Me manosearon mis objetos más personales por que a la “señorita " le pareció extraño el objeto metálico”, escribió con rabia Marcela Mar en Twitter. La actriz compartió este episodio incómodo en sus redes sociales para explicar cómo intentar viajar con un vibrador había sido un problema a la hora de que el personal que la requisó lo encontró en su equipaje de mano.

La verdad es que los vibradores son cada vez más un objeto muy común entre las mujeres. Su uso ha ido aumentando especialmente en la cuarentena y ya no existe tabú alrededor de sus beneficios.

Desde que comenzó la pandemia se ha visto un repunte en las ventas de juguetes sexuales y de novelas eróticas. Esta tendencia cada vez se consolida más y según datos aportados por el diario The Times, entre noviembre y febrero hubo un aumento en las ventas de estos productos. Algunas tiendas, como Ann Summers muestran que el incremento fue del 160 % en esas fechas, comparado con el mismo periodo hace un año.

Aunque la venta de condones y otros productos también se disparó, entre todos los artículos en auge sobresale uno: el vibrador. Este ha sido el ítem más vendido y en especial un modelo llamado Conejo Susurrador, considerado el más silencioso en esta línea de productos.

Tan lucrativo está el negocio que están surgiendo nuevas marcas de vibradores diseñados por algunas celebridades como la modelo y actriz británica Cara Delevigne, que hoy es copropietaria de Lora DiCarlo, cuyo producto estrella es un masajeador robótico.

Dakota Johnson, la actriz de la película basada en la novela erótica Fifty Shades of Grey es ahora asesora creativa de la marca Maude, especializada en lubricantes sexuales. Y en estos días la actriz Gwyneth Paltrow, dedicada desde hace un tiempo a promocionar su marca de salud Goop, acaba de abrir un segmento con productos íntimos como un vibrador que ella considera imprescindible para toda mujer. A ellas se les unió la cantante Lilly Allen, quien firmó una colaboración con la firma alemana Womanizer para diseñar un consolador que promete orgasmos siniguales.

Teniendo en cuenta que las compradoras son mujeres jóvenes, los expertos en sexualidad sostienen la hipótesis de que el auge del vibrador se debe a que la pandemia ha hecho que muchas mujeres queden sin muchas opciones de conseguir pareja. Con los aislamientos preventivos que se han realizado en muchas partes del mundo para evitar los picos y la congestión en los hospitales, la posibilidad de salir en una cita romántica se ha reducido. Sin la libertad para ir a citas en las cuales podrían conseguir un amante o un prospecto de novio con quien experimentar espontáneamente un encuentro sexual, estas mujeres entre 20 y 29 años están viviendo una soledad sexual nunca antes reportada.

Otros señalan que el auge del vibrador se da porque ahora las mujeres están viviendo en casa de sus padres o con otros compañeros de apartamento, todo lo cual les ha llevado a conseguir juguetes más discretos y silenciosos, como el conejo susurrador, que no despierta sospechas cuando se está usando.

Cualquiera que sea la razón, ellas han tomado cartas en el asunto para solucionar el inconveniente. Según la tienda Ann Summers, la venta de juguetes sexuales prémium, que son aquellos que valen más de 100 libras esterlinas, subieron 150 % en ventas de noviembre a hoy, comparado con el mismo periodo el año pasado. Así las ventas se han triplicado en apenas un año.

El diario inglés cita un sondeo de la firma Lovehoney, un sitio web en Gran Bretaña que vende productos eróticos y que encontró que la franja de población entre 18 y 35 años es la que más ha sufrido las consecuencias del encierro con un declive de 32 % de su actividad sexual. La industria también supo ver la oportunidad y respondió con nuevos productos que se consiguen por Internet y se envían a domicilio.

De esta forma, muchas de ellas, a quienes la pandemia les coarta la libertad de buscar pareja hoy se sienten más dispuestas a aceptar estos productos. Se trata de una manera de cuidarse a sí mismas en los largos periodos de aislamiento. Y aunque las personas pueden salir, como sucede en muchos países, el miedo de contagiarse con un beso por parte de una persona que acaban de conocer es muy alto. Así las cosas, muchas han optado por maneras más seguras de vivir su sexualidad.

Pero también las parejas, que han tenido que vivir bajo el mismo techo 24/7 están más animadas a experimentar en la cama y en consecuencia más interesadas en explorar con estos juguetes sexuales.

El hecho de que estas personalidades como Paltrow, Johnson y Delavigne estén detrás de estos productos también ha logrado que muchas mujeres piensen que tener un vibrador es parte de su vida y de su cuidado personal, como lo podría ser una crema humectante para la cara. Así, al menos describe Paltrow sus productos: como algo que debe estar en las mesitas de noche de todas. O como lo dice Lily Allen, quien ha dicho abiertamente en entrevistas que las mujeres deberían hablar de su sexualidad con mayor frecuencia y sin culpa ni vergüenza.