Vida Moderna
¿Qué frutas no se deberían comer después de una cirugía?
El éxito de una cirugía depende en gran parte de los cuidados que se tienen después de esta.
Por su alto contenido de micronutrientes (vitaminas, minerales y fibra), las frutas tienen varios beneficios, como la reducción de los niveles de colesterol, mejorar el tránsito intestinal (evitan el estreñimiento), disminuir los niveles de azúcar en la sangre, contribuir a la eliminación de toxinas, entre otros.
No obstante, es importante señalar que después de una cirugía del estómago o de los intestinos no todas las frutas son recomendadas. Por ello, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó que se deben evitar las frutas deshidratadas.
De igual forma, existen otros alimentos que se deben evitar, como por ejemplo:
- Lácteos grasosos, tales como la crema batida o el helado rico en grasa.
- Quesos fuertes, como el azul o el Roquefort.
- Verduras crudas y ensaladas.
- Verduras que producen gases, como el brócoli, el repollo, la coliflor, el pepino, los pimientos verdes y el maíz.
- Cereales de salvado o integrales.
- Galletas, pasta o panes integrales.
- Encurtidos, chucrut y otros alimentos fermentados.
- Especias y sazonadores fuertes, como el ají picante y el ajo.
- Alimentos que contengan mucho azúcar.
- Semillas y nueces.
- Pescados y carnes muy sazonados, ahumados o curados.
- Carnes duras, fibrosas.
- Alimentos fritos.
- Bebidas alcohólicas y bebidas con cafeína.
De todos modos, antes de eliminar algún alimento de la dieta, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.
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Por su parte, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, indicó que durante las primeras semanas de un posoperatorio se debe optar por alimentos que ayuden a la cicatrización o que tengan propiedades antiinflamatorias para facilitar la recuperación, como carnes magras, brócoli y frutas ricas en vitamina C, como naranja, fresa, piña o kiwi.
Asimismo, otros alimentos que se pueden incluir en la dieta después de una cirugía son:
- Leche y otros productos lácteos, solo bajos en grasa o sin grasa.
- Verduras cocidas, enlatadas o congeladas.
- Papas.
- Frutas enlatadas, así como puré de manzana, banano y melón.
- Jugos de frutas y de verduras (algunas personas, especialmente aquellas con ERGE, es posible que quieran evitar los cítricos y los tomates).
- Panes, galletas y pasta elaborados con harina blanca refinada.
- Cereales calientes y refinados, tales como la Cream of Wheat (cereales farina).
- Carnes tiernas y magras, como las de aves de corral, el pescado blanco y los mariscos, preparados al vapor, horneados o asados a la parrilla sin grasa agregada.
- Mantequilla de maní cremosa.
- Budín y natillas.
- Galletas Graham y galletas waffle de vainilla.
- Paleta de hielo y gelatinas.
- Huevos.
- Tofu.
- Sopa, especialmente caldo.
- Té ligero.
Otra recomendación muy importante es beber bastante agua después del alta médica, ya que mejora la función del cuerpo, ayuda a la recuperación y disminuye la hinchazón que puede haber después de la cirugía.
Además, es importante respetar el tiempo de recuperación y no realizar esfuerzos, levantar peso, subir escaleras, conducir, tener relaciones sexuales o hacer ejercicio físico. Normalmente, después de un mes de la cirugía, ya se puede regresar a las actividades, como trabajar, conducir, tener relaciones sexuales y realizar ejercicios leves, como caminatas.
Sobre la misma línea, es importante consultar al médico inmediatamente si hay:
- Dolor que no cede con medicamentos.
- Fiebre superior a los 38ºC.
- Escalofríos.
- Diarrea.
- Malestar.
- Falta de aire.
- Dolor severo o enrojecimiento en las piernas.
- Náuseas y vómitos que no ceden.
- Abertura de las suturas de la herida.
- Manchas de sangre u pus en el apósito.