VIDA MODERNA
¿Qué frutos secos son buenos para bajar el colesterol elevado?
Los frutos secos tienen más beneficios que disgustos para la salud.
Estos alimentos son una excelente fuente de nutrientes esenciales, ya que contienen un elevado contenido de proteína, antioxidantes, fibra, minerales, vitamina B y E. Las grasas que contienen los frutos secos se consideran saludables, es decir, monoinsaturadas y poliinsaturadas. La Clínica de Mayo aseguró que estas grasas “ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL, bajan los triglicéridos, disminuyen la coagulación de la sangre y mejoran la salud de los vasos sanguíneos”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) también recomienda incluir estos productos en la dieta. La Fundación Española del Corazón aconseja ingerir 50 gramos diarios de frutos secos. Cabe mencionar, que hay que tener en cuenta la forma en la que sé consumen, la idea es ingerirlos en su versión original, sin aditivos o conservantes y sin sal.
Aunque los frutos secos no tienen la capacidad de curar el colesterol o cualquier otra enfermedad, estos productos pueden cubrir diversas necesidades nutricionales y pueden ayudar a regular algunas dolencias. Se podría decir que hay un fruto seco para cada necesidad, según el portal web Alimente.
Dolencias óseas: las almendras son los frutos secos que más calcio aportan. Estos frutos, son una buena opción para complementar o incrementar los niveles de este mineral y prevenir la osteoporosis o combatir las molestias óseas.
Tránsito intestinal: las nueces y los pistachos ayudan al buen funcionamiento intestinal. La escasez de fibra es, junto con una ingesta inadecuada de agua y el sedentarismo, una de las principales causas de estreñimiento.
Tendencias
Colesterol: las avellanas, las nueces y las almendras benefician la salud cardiovascular. Estos alimentos ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y a controlar los niveles de colesterol. Las nueces aportan cantidades importantes de omega 3. Este ácido graso es importante porque ayuda a reducir los niveles alto de colesterol y triglicéridos y los niveles altos de presión arterial. La avellanas y las almendras reducen los niveles de lípidos en la sangre y de homocisteína, un aminoácido que en grandes cantidades daña el revestimiento de las arterias y aumenta el riesgo de bloqueo de los vasos sanguíneos.
Diabetes: los piñones y los pistachos ayudan a controlar los niveles de lípidos y glucosa en sangre en diabéticos de tipo 2, según un estudio realizado por el doctor David Jenkins y publicado en la revista Diabetes Care. Estos alimentos contienen el magnesio que el cuerpo necesita. Este es coadyuvante de la resistencia de la insulina, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de diabetes de tipo 2.
Sobrepeso: muchos aseguran que los frutos secos aumentan de peso. Sin embargo, un estudio publicado en la revista American Journal of Clinical Nutrition, concluyó que “las dietas ricas en frutos secos, comparadas con diferentes dietas de control, no aumentan el peso corporal, el Índice de Masa Corporal o la circunferencia de la cintura. Nuestros hallazgos apoyan la inclusión de frutos secos en dietas saludables para la prevención cardiovascular”. Las nueces, las almendras y las avellanas, aportan grasas saludables y tienen un poderoso efecto saciante, que evita que se consuman otros alimentos, muchas veces poco saludables.
Demencia: las almendras y las avellanas son ricas en vitamina E, este componente se relaciona con un menor deterioro cognitivo. Así lo demostró un estudio estadounidense realizado conjuntamente por el Hospital General de Massachusetts (HGM), el Centro Médico Bedford y la Escuela de Medicina de Harvard. la investigación concluyó, tras el análisis de 540 pacientes de la Unidad de Trastornos de la Memoria del HGM, que la ingesta de vitamina E retrasó el deterioro de las funciones cognitivas en pacientes con alzhéimer.