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La hortaliza que mejora la circulación sanguínea y evita la formación de coágulos y trombos
Tiene propiedades antioxidantes y vasoprotectoras.
La sangre se transporta a todo el cuerpo a través de los vasos sanguíneos, que son tubos llamados arterias y venas. A este proceso se le conoce como circulación y es el corazón el encargado de generarlo, precisan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
La sangre, que es un tejido vivo formado por líquidos y sólidos, se encarga de distribuir oxígeno y nutrientes a las células y de eliminar los desechos que el cuerpo no requiere, como el dióxido de carbono, precisa el portal Medical News Today.
Aunque la circulación sanguínea es vital para el organismo, en muchas oportunidades no se da de la forma adecuada debido a factores como la falta de actividad física, una mala alimentación, la poca hidratación, el consumo de alcohol y tabaco, y enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Como ocurre con muchos otros procesos del organismo, la dieta es clave para evitar complicaciones y una de las hortalizas que ayuda a que la sangre fluya bien y los vasos y las arterias se mantengan en buena condición es el ajo. Se dice que este alimento ayuda a mejorar muchas patologías relacionadas con el corazón y el sistema sanguíneo, como presión alta, colesterol elevado y enfermedades de las arterias coronarias.
Tendencias
Es un producto nutritivo, que contiene minerales como manganeso, selenio, calcio, cobre y potasio; además de vitaminas B6 y C. En torno a este tema, el portal Healthline asegura que la mayoría de los beneficios que otorga el ajo se deben a los compuestos de azufre que se forman cuando se cortan, trituran o mastican los dientes en crudo. Uno de los más reconocidos es la alicina.
Mejora la circulación
A esta hortaliza se le reconoce por ser rica en antioxidantes que cuidan los vasos sanguíneos, previniendo la formación de placas de grasa y la oxidación de la misma, asegura el portal de bienestar y salud Tua Saúde.
Además, se dice que ayuda a reducir los niveles de colesterol “malo” LDL y los triglicéridos en la sangre debido a que inhibe su oxidación, reduciendo así el riesgo de sufrir aterosclerosis, que es precisamente la formación de placas en las arterias.
En esta línea, una publicación de la fundación estadounidense AARP, en su página web, indica que se conoce evidencia de que el ajo ayuda a evitar que las plaquetas se peguen y al promover la buena circulación, previene la formación de coágulos y de trombos. Esto se debe a los efectos generados por la alicina y el contenido de vitaminas del grupo B.
“Algunas investigaciones reportan que el ajo en polvo demuestra actividades antitrombóticas. Un agente antitrombótico es una sustancia que reduce la formación de coágulos de la sangre”, precisa Medical News Today. Este portal cita otra revisión de varios estudios sobre el ajo, la cual sugiere que este alimento puede diluir la sangre, aunque los efectos son menores y de corta duración.
De otra parte, Tua Saúde indica, que este producto disminuye la presión arterial alta, debido a que ejerce un efecto hipotensor. En esta línea, AARP asegura que hay estudios que revelan que el ajo puede ayudar a bajar la presión sanguínea hasta en un 8 %, con lo que es posible evitar un infarto o derrame cerebral.
Para cumplir con este objetivo, una de las formas de consumirlo es con agua, debido a que estimula la producción de óxido nítrico, que es un gas con fuerte acción vasodilatadora, lo que facilita la circulación de la sangre y disminuye la presión sobre el corazón.
Otras bondades
Además de proteger la salud del corazón, el ajo ofrece otras bondades al organismo.
- Efectos antibacterianos: Puede ser efectivo contra numerosas bacterias, entre ellas la salmonela y la escherichia-coli.
- Antiinflamatorio natural: Gracias a la alicina y a sus antioxidantes, el ajo disminuye la respuesta inflamatoria en el organismo que es causada por diversas enfermedades. Asimismo, sus compuestos sulfurados le proporcionan propiedades analgésicas y modulan la respuesta del sistema inmune.
- Previene contra enfermedades neurodegenerativas. Los alimentos como el ajo y las cebollas pueden tener efectos beneficiosos sobre la osteoartritis, por ejemplo.
- Evita problemas respiratorios. El ajo estimula las funciones respiratorias gracias a sus propiedades expectorantes y antisépticas, facilitando la respiración, por lo que su uso es recomendado para tratar la gripa, tos, resfriados, ronquera, asma, bronquitis y afecciones pulmonares.
- Contra el cáncer. Según el medio digital Business Insider, existen estudios que apuntan a su capacidad para prevenir el cáncer. Uno de ellos fue realizado por científicos de la Universidad de Medicina de China y publicado en la revista Asia-Pacific Journal of Clinical Oncology, en el cual se concluye que el ajo, la cebolla y otras hortalizas de la familia Allium tienen potencial para prevenir el cáncer colorrectal.
Contraindicaciones
Pero si bien se trata de un producto natural que beneficia la salud, es importante no abusar de su consumo, pues es posible que genere algunos efectos negativos. Esto se da tanto para quienes lo consumen de manera recurrente en condiciones naturales, pero especialmente las recomendaciones están dirigidas a las personas que lo ingieren en formas medicinales como las cápsulas y otros preparados.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que es un alimento que en ocasiones es difícil de digerir y por ello las personas que son propensas a sufrir de reflujo, acidez y otras afecciones gástricas, deben moderar o limitar su consumo para evitar que se irriten las mucosas.
También se desaconseja cuando se consumen medicamentos anticoagulantes debido que puede reducir su efecto y favorecer las hemorragias. De igual forma, quienes padecen diabetes e ingieren medicamentos para el control de esta enfermedad deben tener precaución, ya que posee efectos hipoglucemiantes, es decir, es capaz de reducir los niveles de glucosa.
También los que enfrentan padecimientos relacionados con la tiroides deben cuidar el exceso de ajo y en cuanto al embarazo y lactancia, se dice que este alimento podría ser abortivo. Ante esto y debido a la falta de informes experimentales o clínicos acerca de los efectos del ajo en estos casos, lo mejor es ingerir las dosis de ajo que no excedan las cantidades que se utilizan en las comidas.