Vida moderna
¿Qué le hace al hígado el consumo frecuente de cebolla?
Los expertos recomiendan consumirla cruda, ya que así mantiene todas sus propiedades beneficiosas.
La cebolla se conoce porque al picarla hace llorar a la personas, además de su llamativo olor. No obstante, es un auténtico alimento nutritivo que entre sus capas esconde numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
Esta especie cuenta con minerales y oligoelementos, como el calcio, el magnesio, el cloro, el cobalto, el cobre, el hierro, el fósforo, el yodo, el níquel, el potasio, el silicio, el zinc, el azufre y el bromo; así como también tiene vitaminas A, B, C y E.
La planta de la cebolla tiene esencias volátiles sulfurosas que le cofieren un sabor picante muy característico. También, tiene componentes que se disuleven en el agua y produce ácido sulfúrico, siendo este el causante del lagrimeo de ojos cuando se corta.
Además, contiene una sustancia llamada alilo, la cual proviene de propiedades bactericidas y fungicidas, un compuesto que baja el azúcar en la sangre que se conoce como glucoquinina y antioxidantes diuréticos y antisépticos.
De acuerdo a la opinión de los expertos, la cebolla debe consumirse cruda para aprovechar los beneficios. De esta manera, actuará como estimulador para un buen funcionamiento en el hígado, el páncreas y la vesícula. Aunque, al cocinarla no es que pierda las propiedades nutritivas.
Esta planta tiene otros beneficios en el organismo, como:
- Mejora la circulación sanguínea: al comer dicho alimento, ayuda a que el cuerpo evite la formación de coágulos en la sangre, promueve el movimiento y contribuye a combatir las enfermedades relacionadas con la mala circulación.
- Favorece la eliminación de los líquidos retenidos: la cebolla tiene propiedades diuréticas que hace el organismo elimine a través de la orina los líquidos. Los especialistas recomienda su consumo a los pacientes que padecen de insuficiencia renal, gota, cálculos renales o edemas.
- Evita las infecciones y los resfriados: esto se debe a que cuenta con compuestos ricos en azufre, que al combinarlo con el ajo, actúa como un bactericida y expectorante para combatir los problemas respiratorios, como la gripa, la bronquitos y la faringitis.
- Reduce el colesterol LDL: de acuerdo con MedlinePlus, el colesterol “es una sustancia cerosa” que participa en la producción de células nuevas del cuerpo e incluso hormonas. No obstante, el colesterol LDL se deposita en las arterias e impide el flujo óptimo de la sangre.
La enciclopedia médica menciona que el colesterol ‘malo’ suele relacionarse con un plan de alimentación desbalanceado, inactividad física y hábitos malsanos como el consumo de cigarrillo.
- Ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo: como se había mencionado anteriormente, la cebolla estimula el hígado y favorece la digestión. Además, es capaz de quitar las toxinas y fermentos que se producen en el estómago tras la digestión.
- Regula el azúcar: la cebolla, según Tua Saúde, es predilecta, ya que tiene quercetina con efectos hipoglucemiantes. La quercetina tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios que podrían ayudar a reducir la hinchazón, matar las células cancerosas, controlar el azúcar en la sangre y ayudar a prevenir enfermedades cardíacas.