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¿Qué le hace la naranja al estómago?
Esta fruta es rica en fibras y le aporta propiedades antioxidantes al organismo.
Las frutas y verduras son alimentos que no deben faltar en la dieta diaria. Tanto los adultos como los niños se benefician de sus propiedades y nutrientes y por ello la Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos 400 gramos cada día.
Estos productos proveen vitaminas y minerales esenciales, fibra y otras sustancias que son importantes para la buena salud, precisan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos. Una de las frutas más consumida es la naranja, la cual destaca por su alto contenido de fibras y vitaminas.
Algunos de sus componentes le otorgan propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que, entre otras cosas, ayudan a prevenir y hacerle frente al envejecimiento prematuro, a evitar enfermedades cardiovasculares y a fortalecer el sistema inmune, según indica el portal de bienestar y salud Tau Saúde.
Aliada de la digestión
Una de sus principales bondades es el cuidado del estómago. Esto se debe a su aporte para favorecer el proceso digestivo. “La naranja es una fruta muy rica en fibras como pectina, celulosa y hemicelulosa, que ayudan en la digestión y mejoran el funcionamiento del intestino, aumentando el volumen de las heces y acelerando el tránsito intestinal, siendo de gran utilidad para combatir el estreñimiento”, asegura la mencionada fuente.
Adicionalmente, la pectina presente en la naranja actúa absorbiendo agua del tracto digestivo, formando un gel que ayuda en la digestión y al intestino a funcionar mejor.
En esta línea, el portal Cuerpo Mente asegura que esta fruta actúa como un regulador estomacal e intestinal, por lo que ayuda a aliviar los espasmos gástricos y las digestiones lentas y pesadas o dispepsias. Asimismo, tiene beneficios carminativos por lo que es recomendada para las personas que son propensas a padecer gases, hinchazón abdominal y flatulencias. Los expertos aseguran que los ácidos cítricos de este alimento ayudan a digerir mejor los alimentos.
Más aportes al organismo
Las fibras de la naranja, principalmente la pectina, ayudan a reducir el colesterol malo y los triglicéridos, que son los responsables de la formación de placas de grasa en las arterias. Estos nutrientes disminuyen la absorción de grasas provenientes de la alimentación, previniendo el riesgo de la persona desarrolle enfermedades cardiovasculares como infarto, insuficiencia cardíaca y derrame cerebral.
También es recomendada para fortalecer el sistema inmune, gracias a que posee vitaminas A, B y C, además de ácido fólico, que estimulan la producción de glóbulos blancos, claves para prevenir y combatir infecciones. De igual forma, ayuda a controlar la presión arterial debido a que posee un importante contenido de potasio, mineral que ayuda a relajar los vasos sanguíneos y a reducir los niveles de sodio en el cuerpo, facilitando la circulación de la sangre.
De acuerdo con Cuerpo Mente, las naranjas favorecen la eliminación de ácido úrico a través de la orina y tienen efectos depurativos. “Previenen la formación de piedras en el riñón e infecciones en las vías urinarias, como la cistitis. Son muy útiles para personas con problemas de artritis y gota”.
¿Cómo consumir la naranja?
Una de las mejores formas de consumir esta fruta y obtener sus beneficios saludables es comiendo una unidad al día con el fin de que el cuerpo obtenga la fibra, que es uno de los principales nutrientes. No obstante, muchas personas optan por el jugo, pero esta bebida en exceso puede no resultar tan favorable.
El medio digital Business Insider refiere un estudio publicado en la revista médica JAMA Network Open, en el que se afirma que el zumo de naranja suele contener la misma cantidad de azúcar y de calorías, frente a otras bebidas azucaradas, por ello la recomendación es el consumo de piezas de fruta.