SALUD

¿Qué pasa cuando el cartílago articular se desgasta?

El cartílago se encarga de recubrir y proteger los huesos para evitar fricciones.

9 de junio de 2022
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Cuando el cartílago de las articulaciones se desgasta puede producir mucho dolor. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El cartílago articular es un tejido que tiene características elásticas, sin nervios, vasos sanguíneos o linfáticos. Se encuentra localizado en las articulaciones de diferentes partes del cuerpo.

Su principal función es recubrir y proteger precisamente a esas articulaciones (rodilla, fémur, tibia), así como soportar las fuerzas que se ejecutan con cada movimiento que realiza el cuerpo en el día a día. Así mismo, es el encargado de disminuir las probabilidades de que una persona padezca de lesiones articulares, asegura el portal Fisioterapia Online.

Su trabajo es determinante, ya que reduce la fricción entre los huesos, a la vez que transfiere y distribuye las cargas mecánicas en distintas posiciones articulares y ofrece una superficie lubricada, que permite que los huesos se deslicen y giren unos sobre otros sin enfrentarse.

Sin embargo, con el paso del tiempo este órgano empieza a enfrentar lesiones y desgaste. Según el portal Top Doctors, de España, las lesiones de cartílago son muy habituales. Es una estructura que se puede dañar o inflamar, lo que puede ocasionar síntomas como dolor o limitación del movimiento. También puede derivar en daños en las articulaciones y deformidad.

Artritis
Una de las principales articulaciones en las que se desgasta el cartílago es en la rodilla. | Foto: Getty Images

Según este sitio web, algunas de las patologías de los cartílagos son: las rupturas y lesiones, que normalmente se presentan como causa de situaciones deportivas, la genética y algunas enfermedades como, por ejemplo, la artritis.

Los expertos aseguran que para prevenir estas lesiones es importante controlar algunos factores de riesgo como el sobrepeso, con el fin de reducir la carga que soporta el cartílago. También es clave realizar ejercicio físico de forma regular y moderada y favorecer la nutrición del cartílago con una alimentación equilibrada.

Otro aspecto muy recurrente es su desgaste, el cual se produce por acciones repetidas y prologadas en el tiempo o por factores que lo debilitan y comienza poco a poco a deshilacharse.

¿Qué ocasiona su desgaste?

De acuerdo con los especialistas, el cartílago articular tiene escasa o casi nula capacidad de curación o regeneración por sí mismo, por lo que su desgaste puede provocar a medio y largo plazo un deterioro funcional.

Las lesiones de cartílago no tratadas pueden provocar dolor articular invalidante e incapacidad para ejecutar algunas actividades.

Se empieza a notar dolor cuando la lesión afecta a las capas más profundas del cartílago, las que están en contacto con el hueso, que es donde empieza a haber terminaciones nerviosas. Lo grave es que para ese momento el daño en las capas superficiales ya está hecho y es muy poco lo que se puede hacer.

Expertos indican que la gelatina puede ser un remedio muy efectivo para aportar colágeno a las articulaciones. Foto: Getty images.
El desgaste del cartílago puede resultar inhabilitante y afectar la calidad de vida de las personas. Foto: Getty images. | Foto: Foto: Getty images.

El cartílago articular no puede repararse. Solo es posible hacer más lento su desgaste a través de ejercicios y otras recomendaciones. Por ejemplo, los tratamientos en fisioterapia buscan equilibrar las cargas que actúan sobre los cartílagos de una articulación para que estos no sufran y reducir las presiones constantes sobre ellos.

Si no mejora la condición articular, entonces se debe recurrir a la sustitución del cartílago y parte de la articulación con una prótesis. Esta es una situación recurrente en la cadera.

La artrosis lo destruye

La principal enfermedad que es conocida por destruir y lesionar al cartílago articular, junto con los condrocitos, colágeno y los otros componentes, es la artrosis. Esta enfermedad produce dolor, rigidez e incapacidad funcional, según la Fundación Española de Reumatología.

Normalmente, cuando la artrosis aparece, se puede dar por factores externos como caídas, traumatismos y movimientos repetitivos, o por otros internos como la obesidad o la genética.