¿Qué pasa cuando está baja la saturación de oxígeno en la sangre?

El término hipoxemia es usado para referirse a un padecimiento que consiste en la baja saturación de oxígeno en la sangre. Este es un signo claro de la existencia de otros problemas relacionados con la respiración o la circulación.

Los bajos niveles de oxígeno en la sangre, específicamente en las arterias (vasos que transportan la sangre con oxígeno y nutrientes desde el corazón hasta hacia el resto del cuerpo) pueden causar daños en los tejidos de todo el cuerpo, especialmente el cerebro, el corazón y los pulmones. Lo que aumentaría el riesgo de muerte.

¿Qué ocurre cuando no llega suficiente oxígeno al cuerpo?

Cuando la saturación de oxígeno en la sangre disminuye, empiezan a ocurrir cambios silenciosos en el cuerpo.

En primera medida, la frecuencia respiratoria aumenta gradualmente para compensar la oxigenación. Al ocurrir esto, hay mayor expulsión de dióxido de carbono a todo el cuerpo. Cuando estos niveles son muy altos, todo el cuerpo es alertado del problema.

El cerebro es el órgano más perjudicado cuando se presenta hipoxemia. Aproximadamente, sus células pueden morir por la falta de oxígeno en solo 5 minutos.

Otra posibilidad es que haya una acumulación anormal de líquido en los pulmones (edema pulmonar). Cuando la presión de las venas más cercanas al pulmón se eleva considerablemente, es común que el líquido se filtre y cause una inundación del tejido. La primera señal previsible de que el cuerpo está experimentando esa dificultad es la dificultad respiratoria.

La hipoxemia también puede ser una alarma en caso que se presente neumonía, un neumotórax (colapso pulmonar), embolia pulmonar (coágulo de sangre en una arteria del pulmón), apnea del sueño u otras.

Dada la gravedad de este síntoma, es indispensable que, ante un episodio repentino de falta de respiración, se acuda a un centro médico para recibir la atención requerida de, acuerdo a su caso, y que un profesional mida los niveles de oxígeno mediante un oxímetro u pulsioxímetro.

Según reposa en el portal Mayo Clinic, una organización estadounidense de atención médica, investigación y educación sin fines de lucro, para evaluar la presencia de hipoxemia hay que medir la saturación de oxígeno, ya sea con un pulsioxímetro (dispositivo que se coloca en la yema de un dedo), o a través de una gasometría arterial (muestra de sangre directamente de la arteria).

También se indica que, a los pacientes con baja saturación de oxígeno, se les debe hacer una radiografía de tórax y gases en sangre arterial y deben ser tratados con suplementos de oxígeno de inmediato para evitar complicaciones en el funcionamiento de los órganos.

Los valores normales

Los niveles normales de oxígeno en sangre están entre 75 y 100 milímetros de mercurio (mm Hg).

Cuando hay valores inferiores a 60 milímetros de mercurio (mm Hg), es necesario que el paciente reciba oxígeno de manera mecánica.

Síntomas de hipoxemia

Cuando el oxígeno en la sangre cae, se pueden experimentar los siguientes síntomas:

-Falta de aire que empeora tras un esfuerzo leve o al descansar.

-Respiración acelerada.

-Palpitaciones.

-Irritación.

-Mareo.

-Desmayo.

-Sudoración excesiva.

-Confusión.

-Coloración morada en las puntas de los dedos y labios (Cianosis).

- Cambios de coloración en la piel.

Para proteger la salud y evitar factores de riesgo, el cuidado personal es indispensable. Por esa razón, el neumólogo estadounidense, Antonio Anzueto, recomienda:

-No fumar.

-Evitar la inhalación pasiva de humo de cigarrillo.

-Hacer ejercicio en forma regular para tener más fuerza y resistencia.

-Tener una alimentación balanceada.