SALUD
¿Qué pasa cuando se come a deshoras?
Los especialistas recomiendan ingerir tres comidas principales al día.
Alimentarse de manera equilibrada y sana es lo que los especialistas recomiendan todo el tiempo con el fin de tener unas buenas condiciones de salud. Incluir frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras en la dieta es determinante no solo para mantener un peso saludable, sino también para evitar el desarrollo de posibles enfermedades.
Saltarse el desayuno o dejar varias horas seguidas sin ingerir alimento puede acarrear diversas situaciones médicas. Lo ideal es incluir en la dieta tres comidas principales, pues de no hacerlo la persona puede sentirse cansada, se pueden bajar los niveles de azúcar o generar problemas de gastritis y digestivos.
Si bien las actividades del día a día consumen el tiempo y en ocasiones no se puede cumplir con los horarios de los alimentos principales, es importante prestar atención para evitar posteriores complicaciones de salud.
En una publicación del portal Mejor con Salud, la nutricionista Ana Vilarrasa, explica que todas las actividades fisiológicas se suceden en ritmos circadianos y están reguladas por un reloj central y la luz es uno de sus principales moduladores. Sin embargo, el hecho de comer más temprano o más tarde afectan la sincronización.
La evidencia científica sugiere que comer más tarde puede inducir a una mayor ingesta calórica y afectar el peso corporal y el metabolismo. “Además, se ha observado que aumenta el riesgo de enfermedad coronaria y de padecer hipertensión arterial, se altera la respuesta a la insulina y los valores de colesterol en sangre”, precisa la especialista.
Problemas digestivos
Los inconvenientes relacionados con la digestión son una de las principales consecuencias de comer fuera de los horarios. Las comidas a deshoras y desordenadas acarrean malas digestiones, empachos, gases o ardor de estómago. Además, si esto sucede en la noche, se afecta también la calidad del sueño.
“La irregularidad en la frecuencia de las comidas y sus posibles efectos negativos en la salud cardiovascular han sido evaluados en análisis de estudios existentes. Se centraron en valorar no solo qué se comía, sino también la regularidad, la frecuencia y la hora”, argumenta Mejor con Salud.
Una de las conclusiones de los científicos es que hacer ingestas de forma irregular está asociado con un mayor riesgo de padecer síndrome metabólico. Esto se acompaña de presión arterial elevada y un índice de masa corporal más alto, lo que puede derivar en problemas de sobrepeso.
Si una persona deja de consumir alimento en los horarios habituales, se expone a sobresaltos en los niveles de azúcar, corriendo el riesgo de enfrentarse a problemas como prediabetes o hipoglucemia (cuando el azúcar se baja).
En una publicación del diario El Universal de México, la experta en nutrición Fernanda Alvarado, asegura que luego de pasar seis horas sin comer, los efectos se reflejan en el cuerpo.
Dice que en la séptima hora, cuando las reservas de glucógeno comienzan a agotarse, es muy probable que la persona empiece a sentirse irritable y esté de mal humor. “Muchas horas sin comer harán que el cuerpo entre en un estado de inanición, que es la señal que recibe como mensaje de que está atravesando por una falta de alimentos. Esto lo lleva a tomar la decisión de quemar grasa de lugares poco útiles, que es un método de supervivencia”, precisa.
Algunas de las consecuencias de dejar largos espacios sin comer es que el metabolismo se hará más lento, puede causar estreñimiento, debilidad y fatiga, ansiedad e irritabilidad, falta de concentración, dolor de cabeza, dificultad para dormir y mal aliento, entre otros.