¿Qué pasa en el cuerpo si se consume mucha sábila?

La sábila es una planta medicinal, conocida también como Aloe vera, que posee diversas propiedades beneficiosas para la salud, de acuerdo con el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde.

Es más, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, indicó que las investigaciones sobre el uso de la sábila para afecciones específicas muestran lo siguiente:

• Quemaduras y heridas. La aplicación del gel de sábila parece acortar la duración de la cicatrización de la herida en las quemaduras de primer y segundo grado. Además, el gel de sábila puede también promover la cicatrización de las heridas.

• Acné. Las investigaciones sugieren que el gel de sábila (si se lo aplica por la mañana y por la noche, como complemento del uso del medicamento tópico para el acné con receta médica tretinoína (Retin-A, Atralin, otros) podría ser más eficaz para reducir el acné que el uso del medicamento tópico con receta médica solo.
• Psoriasis. La crema de extracto de sábila podría reducir el enrojecimiento, la descamación, la comezón y la inflamación provocados por la psoriasis leve a moderada. Quizás se deba usar la crema varias veces por día durante un mes o más para notar mejoras en la piel.
• Virus del herpes simple. Aplicar una crema que contenga extracto de sábila puede ayudar a que las lesiones cicatricen antes.

• Liquen plano oral. Las investigaciones sugieren que aplicar gel de sábila dos veces al día durante ocho semanas podría ayudar a reducir los síntomas de esta afección inflamatoria que afecta el interior de la boca.
• Estreñimiento. Aún no está claro si el uso oral de látex de sábila es eficaz para tratar el estreñimiento, pues si bien actúa como laxante, el látex de sábila también puede provocar cólicos abdominales y diarrea.

Ahora bien, si se consume mucha sábila, el portal portugués puntualizó que si se ingieren grandes cantidades de sábila, puede producir cólicos, diarrea, hipotermia y debilidad general.

Asimismo, añadió que se han asociado algunos casos de daño hepático con el consumo de suplemento de Aloe vera a largo plazo.

Entretanto, la entidad sin ánimo de lucro puntualizó que algunas de las posibles interacciones son las siguientes:

• “Anticoagulantes y medicamentos antiagregantes plaquetarios, medicamentos herbarios y suplementos. El uso oral de sábila puede retrasar la coagulación sanguínea. Tomar sábila por vía oral con cualquiera de estos medicamentos puede provocar un aumento del sangrado.
• Digoxina (Lanoxin). El uso oral de sábila puede reducir los niveles de potasio. Los niveles bajos de potasio pueden aumentar los efectos secundarios de la digoxina.
• Medicamentos para la diabetes. El uso oral de gel de sábila, en combinación con medicamentos para la diabetes, podría aumentar el riesgo de sufrir una afección que se caracteriza por un nivel inferior al normal de azúcar en sangre (hipoglucemia).

• Medicamentos orales. El uso oral de látex de sábila puede reducir la capacidad del cuerpo para absorber otros medicamentos. Esto podría reducir su eficacia.
• Sevoflurano (Ultane). La anestesia que se usa durante la cirugía puede retrasar la coagulación sanguínea. El uso oral de sábila puede tener un efecto similar. Si se combinan, es posible que haya sangrado excesivo durante la cirugía.
• Laxantes estimulantes. El uso oral de látex de sábila con laxantes estimulantes puede estimular los intestinos en exceso. Esto puede provocar deshidratación.
• Warfarina (Coumadin, Jantoven). El uso oral de látex de sábila puede provocar diarrea. Esto puede intensificar los efectos de la warfarina, un medicamento anticoagulante, y aumentar el riesgo de sangrado.

• Píldoras de agua (diuréticos). El uso oral de látex de sábila, un laxante, puede reducir mucho los niveles de potasio si se combina con el uso de diuréticos. Es posible que se necesiten suplementos de potasio”.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que se debe hacer es consultar a un experto de la salud, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.