Vida Moderna
¿Qué pasa si desayuna con pan todos los días?
La harina altamente procesada y los aditivos en el pan blanco contribuye a la obesidad, enfermedades cardíacas y diabetes.
Los que sucede en el cuerpo si come pan todos los días dependerá de la cantidad que la persona consuma. Pues existen muchos tipos de pan y no todos son saludables.
Este es un alimento básico en la dieta en buena parte del mundo desde hace siglos. De acuerdo con el portal businessinsider.es “el pan es un alimento rico en hidratos de carbono complejos así como en algunas vitaminas y minerales. Pero, este aporte de nutrientes está ligado a su elaboración, haciendo que no todos los panes sean iguales”.
En general, el pan integral es un producto sano, siempre que la persona lo consuma con moderación y no se tenga alergia o intolerancia. No lo es el plan blanco, elaborado con harinas refinadas. Los carbohidratos de este tipo de pan generan picos de azúcar en sangre lo que puede conducir a desarrollar diabetes.
La Fundación Española de Nutrición (Fen) señaló que “en cuanto al valor nutricional, mientras que el pan integral está elaborado con todo el grano, el blanco elimina una parte en la que se ubican algunos de los nutrientes. El pan integral aporta: proteínas, fibra, selenio, fósforo, hierro, magnesio, zinc, tiamina y niacina, el blanco se limita a selenio y zinc”.
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La versión procesada (blanco) está carente de fibra. Lo que entre otras cosas evitará entre otras cosas la sensación de saciedad tras comerlos. Esto puede llevar a picotear más, tras la bajada del nivel de azúcar en sangre.
Con todo esto como referencia, algunas cosas que pueden pasarle al cuerpo si come pan todos los días, entre ellas:
Puede ayudar con el consumo de fibra
Este componente de cereales, pero también de frutas, verduras o legumbres, tiene muchos beneficios. El portal Mejor con Salud detalló que “la fibra ayuda a mejorar el tránsito intestinal, controlar los niveles de azúcar e incluso a mantener el peso”.
Las recomendaciones marcan un consumo de fibra de entre 25 y 30 gramos diarios. Una porción de pan (50 gramos) integral aportará 4,3 gramos de fibra.
Aunque esto no significa que la persona tenga que comer cada día una barra. Mejor conseguir el resto del aporte de vegetales.
Puede comprometer los niveles de azúcar en sangre
Mientras que consumir cereales integrales se ha vinculado a beneficios cardiovasculares y frente a la diabetes, sucede todo lo contrario cuando se trata de pan con harinas refinadas.
El pan blanco, como también sucede con el arroz, está altamente procesado, por lo que podría aumentar los niveles de azúcar en la sangre y, por tanto, el riesgo de sufrir enfermedades si se come con regularidad.
Esto se debe a que este tipo de carbohidratos se simplifican a gran velocidad en el sistema digestivo. Se convierten rápidamente en glucosa es absorbida por el torrente sanguíneo en un período muy corto de tiempo. Picos de azúcar en sangre que a la larga pueden derivar en afecciones como la diabetes.
Un estudio de 2014 publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina señaló que “es conveniente decidirse por las variedades integrales, pues tienden a tener índices glucémicos más bajos. En concreto, la espelta y el centeno indujeron una respuesta glucémica aguda baja en comparación con el trigo”.
Puede dañar microbioma si no aporta fibra
Si cada día la persona come pan blanco bajo en fibra puede generar un problema para la microbioma, es decir las bacterias que habitan en el intestino y que tanto hacen por la salud y longevidad.
Investigaciones realizadas por científicos expertos muestran que “una dieta baja en granos integrales se asocia con desequilibrios en el microbioma. Entre estos está el síndrome del intestino irritable o inflamación intestinal”.
Finalmente, otros estudios revelan que, sustituir el pan refinado por integral, rico en fibra, puede contribuir a un microbioma saludable al incentivar las bacterias intestinales “buenas”.