Vida Moderna
¿Qué personas no deben tomar té de manzanilla?
Una hierba como la manzanilla resalta porque tiene propiedades terapéuticas.
Una de las plantas más conocidas por sus múltiples propiedades medicinales es la manzanilla, la cual suele ser preparada y consumida en té. Esta hierba también puede ser ingerida en gotas o en cápsulas. Incluso, funciona como ingrediente para algunas ensaladas.
Esta hierba también es conocida como la Chamaemelum nobile y “es sin duda un milagro de la naturaleza. Se le atribuye la capacidad de proteger y reparar la membrana gástrica, ayudando a corregir problemas del sistema digestivo”, según indica el portal Nutrición y Farmacia.
De acuerdo con un estudio publicado en el National Center for Biotechnology Information (NCBI), las flores secas de manzanilla contienen terpenoides y flavonoides, que contribuyen a sus propiedades medicinales.
En concreto, el té de manzanilla posee propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas que actúan controlando la producción de ácidos en el estómago y ayudando a eliminar las náuseas, mala digestión y gases, además de prevenir situaciones como la gastritis y úlceras gástricas, según el portal especializado en salud, Tuá Saudé.
Contiene apigenina, un compuesto bioactivo con propiedades relajantes que disminuyen el estrés, la ansiedad y mejoran la calidad del sueño.
A pesar de los tantos beneficios que tiene para el organismo el té de manzanilla, este no debe ser consumido por todos. Por ejemplo, las personas que sufren de alergias deben omitir su ingesta, dado que, “les podría ocasionar reacciones alérgicas o la aparición de erupciones cutáneas al entrar en contacto con la piel”, indica el portal UnCOMO.
De igual manera, la plataforma mencionada destaca que “no es aconsejable el consumo habitual de manzanilla en personas que padecen de alergia la polen, rinitis alérgica o sensibilidad a plantas como la ambrosía o los crisantemos”.
También se recomienda que en los menores de 5 años no se debe usar aceite de manzanilla porque esto podría generar una afección como la dermatitis. Esto es debido a que los componentes de la planta pueden resultar como poderosos alérgenos.
Contraindicaciones de otros alimentos: ajo
Si bien se trata de un producto natural que beneficia la salud, es importante no abusar de su consumo, pues es posible que genere algunos efectos negativos. Esto se da tanto en quienes lo consumen de manera recurrente en condiciones naturales, pero especialmente las recomendaciones están dirigidas a las personas que lo ingieren en formas medicinales como las cápsulas y otros preparados.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que es un alimento que en ocasiones es difícil de digerir y por ello las personas que son propensas a sufrir de reflujo, acidez y otras afecciones gástricas, deben moderar o limitar su consumo para evitar que se irriten las mucosas.
También se desaconseja cuando se consumen medicamentos anticoagulantes debido que puede reducir su efecto y favorecer las hemorragias. De hecho, también se recomienda no tomar cápsulas de ajo ni comerlo durante unos días antes de una operación.
“Diversos informes han sugerido que los complementos dietéticos y preparados fitoterapéuticos de ajo pueden aumentar el riesgo de hemorragia en pacientes durante la cirugía, por lo que resulta prudente dejar de tomar dosis elevadas de estos productos unos 10 días antes de una intervención quirúrgica”, precisa información de la editorial académica y científica Elsevier, de Países Bajos.
De igual forma, quienes padecen diabetes e ingieren medicamentos para el control de esta enfermedad deben tener precaución, ya que posee efectos hipoglucemiantes, es decir, es capaz de reducir los niveles de glucosa.
Asimismo, quienes enfrentan padecimientos relacionados con la tiroides deben cuidar el exceso de ajo, pues debido a su contenido de yodo, es posible que genere complicaciones ya que los alimentos con este mineral estimulan la secreción de tiroxina, la hormona que la glándula tiroides produce en exceso en las personas que padecen de hipertiroidismo.
Por último, en cuanto al embarazo y lactancia, se dice que este alimento podría ser abortivo y también afectar el ciclo menstrual. “Algunos estudios han demostrado que el consumo de ajo por parte de las madres lactantes altera el olor de su leche y la conducta de los lactantes. Esto puede deberse a que los sulfóxidos se excretan en cantidades significativas con la leche materna, lo que le confiere un sabor desagradable que afecta al niño”, asegura Elsevier.