¿Qué planta es buena para subir las plaquetas?

Las plaquetas, también conocidas como trombocitos, son células sanguíneas que se forman en la médula ósea, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Además, el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos reveló en su portal web que ayudan a producir coágulos sanguíneos para hacer más lento el sangrado o frenarlo y para facilitar la cicatrización de las heridas.

“Normalmente, cuando uno de los vasos sanguíneos se rompe, comienza a sangrar y las plaquetas se coagularán (se agruparán) para tapar la lesión en el vaso sanguíneo y detener el sangrado”, explicó la biblioteca de Estados Unidos.

No obstante, se pueden tener diferentes problemas con las plaquetas:

1. Si la sangre tiene un bajo número de plaquetas, se llama trombocitopenia. Esto puede poner en riesgo de hemorragia leve a grave. El sangrado puede ser externo o interno y puede tener varias causas. Además, si el problema es leve, es posible que no se necesite tratamiento, pero para casos más graves, es posible que se necesiten medicamentos o transfusiones de sangre o plaquetas

2. Si la sangre tiene demasiadas plaquetas, se puede tener un mayor riesgo de coágulos de sangre:

• Cuando no se conoce la causa, esto se llama trombocitemia. Es poco común. Es posible que no se necesite tratamiento si no hay signos o síntomas, pero en otros casos, se puede necesitar tratamiento con medicamentos o procedimientos médicos.

• Si otra enfermedad o afección está causando el alto número de plaquetas, se llama trombocitosis. El tratamiento y su pronóstico dependen de la causa de la trombocitosis.

3. Otro posible problema es que las plaquetas no trabajan como deberían. Por ejemplo, en la enfermedad de Von Willebrand, las plaquetas no pueden pegarse o no pueden adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos. Esto puede causar sangrado excesivo y hay diferentes tipos de la enfermedad de Von Willebrand. El tratamiento depende del tipo que se tenga.

Ahora bien, si el problema es por tener un número bajo de plaquetas, El Español reveló que las espinacas ayudan a subir los niveles, ya que posee ácido fólico, que es necesario para la formación de glóbulos rojos saludables.

Respecto al consumo, la nutricionista dietista especializada en gastronomía del IMEO, Andrea Marqués, recomendó en Cuídate Plus que para aprovechar sus propiedades nutricionales “es preferible recurrir al vapor, microondas, rehogado o salteado frente a cocciones con más agua, como hervir, cocer o guisar”.

Además, agregó que “por su contenido en vitamina C, comerlas crudas (por ejemplo, en ensalada) sería la mejor manera de preservar esta vitamina. También los folatos se mantienen mejor en crudo [...] Si las cocemos, minerales como el calcio, el hierro o el magnesio se absorberán mejor. Sin embargo, perderemos gran parte de las vitaminas. Cuando las cocemos en agua abundante podemos aprovechar el agua de la cocción como base para un caldo de verduras”.

Información nutricional por 100 g de espinaca cruda

• Energía: 23 kcal
• Carbohidrato: 3,63 g
• Proteínas: 2,86 g
• Grasas: 0,39 g
• Fibras: 2,2 g
• Calcio: 99 mg
• Hierro: 2,71 mg
• Potasio: 558 mg
• Magnesio: 79 mg
• Fósforo: 49 mg
• Betacaroteno: 5626 mcg
• Vitamina A: 469 mcg
• Vitamina C: 28,1 mg
• Vitamina E: 2,08 mg
• Vitamina K1: 482,9 mcg
• Ácido fólico: 194 mcg

De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que se debe hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista, para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.