Varios factores pueden incidir en la pérdida repentina de la visión.
La visión es uno de los sentidos que empieza a afectarse con el avance de la edad. | Foto: Getty Images

SALUD

¿Qué problemas de visión ocurren a después de los 40 años?

Con el paso de los años, los ojos experimentan cambios relacionados con la sensibilidad a la luz y la pérdida de capacidad para enfocar.

1 de septiembre de 2022

La visión es determinante para que las personas puedan tener una buena calidad de vida y por ello es fundamental cuidar la salud de los ojos, pues cerca de la mitad de la información que los individuos reciben llega a través de estos órganos.

Sin embargo, con el paso de los años, como sucede con muchas partes del organismo, los ojos van perdiendo facultades y la facilidad de ver de manera clara comienza a afectarse. Son diversos los padecimientos que empiezan a presentarse con el paso de los años y es después de los 40 cuando más se experimentan. Dentro de los cambios está la sensibilidad a la luz, el ojo seco o la pérdida de capacidad para enfocar.

Una de las afecciones que aparece después de esta edad es la presbicia. Aunque no se trata de una enfermedad, es un error refractivo que se produce por el endurecimiento del cristalino. Con el paso del tiempo va perdiendo elasticidad y la capacidad de enfocar objetos cercanos disminuye, explica una información del portal Vista Oftalmólogos, de España.

De igual forma, después de la mencionada edad, la producción de lágrimas tiende a disminuir y a medida que la persona envejece se presenta en síndrome del ojo seco, que puede causar una sensación de escozor o ardor o de tener arena en los ojos.

Expertos indican que los errores de refracción, hipermetropía, miopía y astigmatismo provocan la visión borrosa. Foto: Getty Images.
después de los 40 años se pueden presentar problemas visuales como cataratas y presbicia. Foto: Getty Images. | Foto: Foto: Getty Images.

“A veces, irónicamente, provoca ojos llorosos (la sequedad hace que las glándulas produzcan más lágrimas)”, precisa un artículo publicado por la AARP, organización estadounidense, que atiende las necesidades de personas mayores de 50 años.

De acuerdo con los expertos, las gotas para los ojos de venta libre pueden ser útiles para el ojo seco leve; si los síntomas son más graves, es posible que la persona deba recurrir a un oftalmólogo para recibir el tratamiento indicado.

Cataratas

Las cataratas también aparecen con la edad. Esta afección se caracteriza por la pérdida de transparencia del cristalino, es decir, la lente que está detrás de la pupila y que sirve para enfocar nítidamente los objetos. Con el paso de los años se vuelve opaca o poco transparente.

Cuando hay cataratas la visión se presenta nublada o borrosa, los colores se ven opacos, no se puede ver bien en las noches; las lámparas, la luz del sol o los focos de los autos se ven demasiado brillantes; se ve una aureola alrededor de las luces, se ve doble y constantemente se tiene que cambiar la fórmula médica de las gafas, explica el Instituto Nacional del Ojo, de Estados Unidos. Estos síntomas, según indica esta fuente, también pueden ser una señal de otros problemas oculares.

Astigmatismo
Los glaucomas son comunes cuando las personas empiezan a avanzar en edad. | Foto: Getty Images

Otra de las afecciones es la degeneración macular, que se constituye, según la biblioteca médica MedlinePlus, en la principal causa de pérdida de visión cuando la edad avanza, y particularmente después de los 60 años.

De acuerdo con los expertos, este padecimiento afecta la mácula, que es la parte del ojo que permite ver los detalles con claridad y si bien no es una afección que duela o moleste, lo cierto es que provoca la muerte de las células de la mácula.

Por último, después de los 40 años, las personas también pueden presentar glaucomas en los ojos. Es una enfermedad que tiene como resultado la degeneración de los tejidos sensibles del ojo, fibras nerviosas de la retina y especialmente el nervio óptico, que es el encargado de transmitir las imágenes visuales al cerebro. Con alguna frecuencia afecta ambos ojos, aunque generalmente no al mismo tiempo, y puede causar una pérdida significativa de la visión periférica.