SALUD
¿Qué provoca el mal de orín en las mujeres?
Las infecciones urinarias pueden presentarse en la vejiga o en la uretra.
Las infecciones de las vías urinarias también conocidas como mal de orín son una afección común, pero más frecuente en mujeres que en hombres. Ocurren cuando entran bacterias a la uretra, generalmente provenientes de la piel o el recto.
La razón por la que esta afección se presenta con más frecuencia en las mujeres es porque la uretra en ellas es más corta y está más cerca del recto. Esto facilita la entrada de bacterias, precisa el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
Además de ser mujer, otros factores que pueden aumentar el riesgo de contraer infecciones urinarias son: una infección urinaria anterior, la actividad sexual, cambios en las bacterias que viven dentro de la vagina, el embarazo, la edad, los problemas estructurales en las vías urinarias y la mala higiene.
Estas afecciones presentan algunos síntomas como dolor o ardor al orinar, orinar con frecuencia, sentir la necesidad de ir al baño a pesar de que la vejiga esté vacía, sangre en la orina y presión o retorcijones en la ingle o la parte inferior del abdomen.
Tendencias
Una de las etapas en que las mujeres pueden enfrentarse más a este tipo de infecciones es en la menopausia, debido a que se pueden presentar cambios en la flora vaginal, como consecuencia, por ejemplo, del uso de espermicidas.
Causas
Los expertos aseguran que si bien el sistema urinario está preparado para impedir la entrada de bacterias, hay ocasiones en las que las defensas no pueden impedirlo. Cuando esto se produce, las bacterias proliferan hasta convertirse en una infección totalmente desarrollada en las vías urinarias.
Este tipo de infecciones en las mujeres puede presentarse en la vejiga o en la uretra. Normalmente en la vejiga esta afección se da por la bacteria E. coli, que se encuentra frecuentemente en el tracto gastrointestinal. Sin embargo, algunas veces otras bacterias son la causa.
Tener relaciones sexuales también en ocasiones genera infección de la vejiga, pero no es necesario tener relaciones sexuales para desarrollarla. “Todas las mujeres corren el riesgo de tener infecciones de la vejiga debido a su anatomía. En ellas la uretra está cerca del ano. Además, la abertura de la uretra está cerca de la vejiga. Esto facilita que las bacterias que rodean el ano entren en la uretra y se desplacen hasta la vejiga”, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic.
En el caso de la uretra, este padecimiento se puede presentar cuando las bacterias del tracto gastrointestinal se desplazan desde el ano. La causa de una infección de la uretra también puede ser trasmisión sexual. Por ejemplo, herpes, gonorrea, clamidia y micoplasma.
Factores de riesgo
La mencionada fuente asegura que hay mujeres que tienen más de una infección de las vías urinarias a lo largo de sus vidas. Los factores de riesgo específicos para ellas incluyen los siguientes:
- Anatomía femenina. Las mujeres tienen una uretra más corta que los hombres. Por ello, las bacterias tienen que recorrer menos distancia para llegar a la vejiga.
- Relaciones sexuales. Tener relaciones sexuales tiende a derivar en más infecciones de las vías urinarias. Tener una nueva pareja sexual también aumenta el riesgo.
- Determinados tipos de anticonceptivos. El uso de diafragmas como anticonceptivo puede aumentar el riesgo de presentar infecciones de las vías urinarias, al igual que el uso de agentes espermicidas.
- Menopausia. Después de la menopausia, la disminución de la cantidad de estrógeno circulante produce cambios en las vías urinarias. Es posible que estas modificaciones incrementen los riesgos de enfrentar este padecimiento.
¿Cómo prevenir estas infecciones?
Los expertos aseguran que hay algunas médicas que ayudan a reducir el riesgo de tener una infección de las vías urinarias:
- Beber mucho líquido, especialmente agua. Beber agua ayuda a diluir la orina. Esto hace que la persona orine con mayor frecuencia, lo que permite expulsar las bacterias antes de que comience una infección.
- Limpiarse de adelante hacia atrás. Esto se debe hacer después de orinar y defecar. Eso ayuda a prevenir la propagación de bacterias del ano a la vagina y la uretra.
- Vaciar la vejiga poco después de tener relaciones sexuales y beber un vaso lleno de agua para ayudar a expulsar las bacterias.
- Evitar el uso de productos femeninos potencialmente irritantes. Usarlos en la zona genital puede irritar la uretra. Entre estos productos se incluyen desodorantes en espray, duchas vaginales y talcos.
- Cambiar el método anticonceptivo. Los diafragmas, los preservativos sin lubricar o tratados con espermicida es posible que contribuyan al crecimiento de bacterias.