VIDA MODERNA
¿Qué provoca la falta de serotonina en el cerebro?
La serotonina es un neurotransmisor que influye de manera directa con el estado de ánimo.
La serotonina es una sustancia química que el cuerpo produce de forma natural y es necesaria para que las células nerviosas y el cerebro funcionen de manera correcta. Se cree que este neurotransmisor influye de manera directa en el estado de ánimo de las personas, por lo que los sentimientos de tristeza, depresión y ansiedad se relacionan con niveles bajos de esta sustancia.
Este componente también influye para que se cumplan algunas funciones vitales del cuerpo como regular el apetito, controlar la temperatura corporal, regular el apetito sexual, controlar la actividad motora, la percepción y la función cognitiva; vigilar la secreción de algunas hormonas, como es el caso de la melatonina, una proteína entre cuyas muchas funciones está la de ajustar los ritmos circadianos y el sueño, así lo menciona y explica la compañía de salud Sanitas.
También tiene un papel importante en la formación y el mantenimiento de la estructura ósea, además influye en el funcionamiento del sistema vascular e induce la división celular.
Según el portal web del laboratorio Guemes asegura que el estrés, el ritmo de vida actual y una alimentación basada en azúcares, grasas trans y harina refinadas son algunas de las posibles causas de la baja de esta sustancia en el cerebro. El medio menciona algunos síntomas que pueden indicar una baja de esta sustancia.
- Síntomas de ansiedad: la ansiedad es un mecanismo de defensa que ayuda a las personas a enfrentarse a situaciones de peligro o amenaza. El medio menciona que este tipo de síntoma es muy común en personas con alguna carencia o dificultad económica. Por lo general, las personas que lo padecen sienten irritabilidad y sensación de de pánico.
- “La serotonina cuenta con un total de 14 receptores diferentes. Recientes estudios han demostrado que existe un receptor en concreto, relacionado con los síntomas de ansiedad: se trata delreceptor 5 HT1A. Al parecer un problema en estos receptores durante la juventud, podrían propiciar una mayor sensibilidad a padecer ansiedad en la época adulta”.
- Actitud pesimista: el pesimismo es una actitud emocional negativa que puede desembocar en un estado de depresión grave. Por lo general, la persona mantiene una actitud de negativismo frente a todas las áreas de su vida e incluso frente a futuro. Los niveles bajos de serotonina puede producir este síntoma.
- Autoestima baja: cuando este síntoma se produce por una baja de serotonina la persona, por lo general, se siente frustrada y desconectada consigo misma.
- Insomnio: la serotonina y la melatonina son sustancias químicas que están relacionadas de manera directa con el sueño profundo y reparador. “La serotonina se encarga de facilitar la producción de melatonina, de modo que si los niveles de serotonina son bajos, la melatonina se verá afectada y como consecuencia aparecerá el temido insomnio”.
Hábitos para aumentar la serotonina
Realizar actividad física de manera frecuente: según el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica del Reino Unido, el ejercicio físico estimula el metabolismo de la serotonina. Además, permite liberar las tensiones diarias del día a día.
Consumir grasas saludables como el omega-3: el cuerpo produce de manera natural esta sustancia por lo que es importante consumir alimentos que ayuden en este proceso. Según el portal de salud, belleza y cuidado personal Cuerpo Mente, el ácido graso docosahexaenoico (DHA) es imprescindible en la formación y el funcionamiento de las células nerviosas, por ello sus niveles bajos se han relacionado con problemas que van desde la aparición de procesos inflamatorios hasta posibles alteraciones en la salud mental.
Vitamina D: La principal fuente de vitamina D es el Sol, y el ser humano la toma cuando la piel está expuesta a rayos ultravioleta. También es posible hallarla de forma natural en algunos alimentos; los pescados grasos como la trucha, el salmón, el atún y la caballa aportan vitamina D. También el hígado, la yema de huevo y el queso contienen cantidades pequeñas de esa vitamina.