SALUD
¿Qué remedios caseros son buenos para la próstata inflamada?
La inflamación de la próstata recibe el nombre de prostatitis y puede causar dolor o dificultad para orinar.
La próstata es una parte importante del aparato reproductor masculino. Es una glándula del tamaño de una nuez, ubicada debajo de la vejiga y es la que se encarga de producir el semen, que nutre y transporta los espermatozoides.
En algunas ocasiones esta glándula se inflama, un padecimiento al que se le conoce como prostatitis, el cual puede provocar dolor o dificultad para orinar. Otros síntomas comprenden dolor en la ingle, la zona pélvica o los genitales, explica el instituto de investigaciones Mayo Clinic.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos asegura que algunos tipos de prostatitis son causados por bacterias, las cuales pueden producir una infección o enfermedad. Cuando se trata de una prostatitis bacteriana, el médico puede determinarlo con una muestra de orina y ordenar como tratamiento el consumo de antibióticos.
Este padecimiento afecta a los hombres de todas las edades, pero tiende a ser más frecuente en aquellos de 50 años o menos. En muchas oportunidades se desconoce la causa de esta enfermedad, pero dependiendo de su origen puede aparecer de manera gradual o repentina. Puede mejorar rápidamente, ya sea por sí sola o con tratamiento. Algunos tipos de prostatitis duran meses o se vuelven recurrentes (prostatitis crónica).
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Los signos de la prostatitis pueden incluir, según Mayo Clinic, dolor o sensación de ardor al orinar, dificultad con la micción, como goteo; micción frecuente, en especial a la noche, necesidad urgente de orinar, orina turbia, sangre en la orina, dolor en el abdomen e incomodidad en el pene o los testículos, eyaculación dolorosa y fiebre, escalofríos, dolores musculares y otros síntomas parecidos a los de la gripa.
Si bien cuando estos malestares se presentan los pacientes deben recurrir al médico para obtener el tratamiento adecuado, existen algunos remedios caseros que pueden ser complementarios. Estos son algunos de ellos.
Jugo de tomate
Uno de los remedios naturales a los que se puede recurrir para cuidar la salud de la próstata es al tomate. Este producto es rico en vitamina C, ácido fólico, hierro y otros minerales. Además, este fruto es buena fuente de licopeno que ayuda a combatir la inflamación, según información del portal de bienestar y salud Tua Saúde. Para preparar esta bebida se requiere de dos a tres tomates maduros y un vaso de agua. Se mezclan los ingredientes en la licuadora y se consume un vaso al día.
Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza también son una opción natural para el cuidado de esta glándula, gracias a que contienen sustancias antiinflamatorias y antioxidantes. Según información del portal Salud Mapfre, de España, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba el uso tradicional de estas semillas para tratar las molestias a la hora de orinar asociadas a la hiperplasia benigna de próstata y a la vejiga inestable.
Ortiga mayor
Se emplea la raíz, que contiene polisacáridos, ácidos grasos y compuestos lipofílicos de tipo esteroide. Según la citada fuente, entre los ácidos grasos, el ácido 9-Hidroxi-octadecadienoico ha demostrado inhibir la actividad de la enzima aromatasa, que juega un papel muy importante en la síntesis de los estrógenos. Dentro de sus bondades se dice que ayuda a inhibir el crecimiento de la próstata y tiene efecto antiinflamatorio. Se puede consumir en infusión.
Té de semillas de sandía
En la cultura popular se dice que el té de estas semillas contribuye a eliminar los desechos y mejora los problemas de la vejiga y del riñón. El portal Mejor con Salud cita un estudio publicado en European Journal of Medicinal Plants, elaborado con ratas, el cual encontró que este ingrediente mejora los niveles de antígeno prostático específico (PSA) y los síntomas del agrandamiento de la próstata.
Si bien no existe evidencia suficiente, se cree que estas semillas podrían causar un efecto similar en los hombres, por eso si una persona desea hacer uso de las mismas para ello debe molerlas y agregarlas a una taza de agua caliente. Se deja reposar y se puede consumir dos veces al día.
Si bien se trata de productos naturales, siempre es importante consultar con el médico antes de hacer uso regular de los mismos, pues pueden interferir con algunos tratamientos o no generar los efectos esperados.