Salud
¿Qué se debe hacer para reducir el colesterol y los triglicéridos de un diabético?
Estos lípidos se encuentran en la sangre y sus niveles se controlan con hábitos de vida saludables.
Los triglicéridos y el colesterol son lípidos que se encuentran en todo el organismo y que juegan un papel importante en su normal funcionamiento. El instituto Mayo Clinic explica que los primeros almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo; mientras, el segundo, es utilizado para construir células y algunas hormonas.
Los triglicéridos son el lípido más abundante en la sangre, pero tenerlos altos se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y pancreatitis, según la Fundación Española del Corazón. Lo propio sucede con el colesterol, que si se excede en la sangre puede ocasionar placas que se adhieren a las arterias, dificultando la circulación de la misma.
Se dice que los niveles elevados de estas sustancias se relacionan también con cantidades altas de glucosa en la sangre. Cuando el azúcar está alto, suele suceder que los triglicéridos y el colesterol también aumenten. Según la Fundación Española del Corazón, estos valores elevados ante un cuadro de diabetes aumentan las probabilidades sufrir un accidente cardiovascular y padecer enfermedades cardíacas.
Por su parte, el portal Soluciones para la Diabetes indica que los niveles altos de triglicéridos pueden ir asociados a otras afecciones relacionadas con la salud cardiovascular, y también a la obesidad. Esta última está considerada, ya sea debido al sedentarismo, a una mala alimentación, o a una combinación de ambas, como un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2.
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En lo que hace referencia a personas con diabetes tipo 1, se debe hacer especial énfasis en la importancia de la alimentación para mantenerla bajo control, por lo que los niveles de triglicéridos y de colesterol malo no deberían ser altos para evitar posibles complicaciones.
Así se pueden mantener bajo control los triglicéridos y el colesterol
Así las cosas, adoptar estilos de vida saludables es la mejor forma de controlar y bajar los niveles de colesterol y triglicéridos y, de igual forma, mantener la cantidad de glucosa en la sangre bajo control.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que se debe incluir un plan de alimentación saludable, control del peso y ejercicio regular. Aseguran los expertos que si estas modificaciones no son suficientes, es posible que también se deban consumir medicamentos. Estos son los hábitos que deberían implementarse para controlar estas sustancias en la sangre.
- Hacer ejercicio con regularidad. La recomendación es intentar realizar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría o todos los días de la semana. El ejercicio regular puede reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol “bueno”.
- Evitar el azúcar y los carbohidratos refinados. Los carbohidratos simples, como el azúcar y los alimentos hechos con harina blanca o fructosa, pueden aumentar los triglicéridos y otros tipos de lípidos. Además, tampoco son recomendados para quienes padecen de diabetes.
- Bajar de peso. Cuando se tienen colesterol y triglicéridos elevados es recomendable reducir las calorías, pues las que sobran se convierten precisamente en triglicéridos y el cuerpo las almacena como grasa. Al reducir las calorías, también disminuyen los triglicéridos.
- Elegir grasas más saludables. Reemplazar las grasas saturadas que se encuentran en las carnes por otras más saludables como las de los vegetales, es recomendable. En lugar de carne roja, lo ideal es probar pescado rico en ácidos grasos omega-3, como la caballa o el salmón. Evitar las grasas trans y los alimentos con aceites o grasas hidrogenadas.
- Limitar la cantidad de alcohol que se consume. El alcohol es alto en calorías y azúcar, y tiene un efecto particularmente fuerte sobre los triglicéridos.
- Comer mucha fibra soluble. Los alimentos ricos en fibra soluble ayudan a evitar que el tracto digestivo absorba el colesterol. Estos alimentos incluyen: cereales de grano entero como la avena y el salvado de avena; frutas como manzanas, plátanos, naranjas, peras y ciruelas, además de legumbres como frijoles, lentejas, garbanzos y habas.
- Limitar el consumo de sal.
Referencias: