¿Qué siente una persona con fatiga crónica?

La Real Academia Española (RAE) define la fatiga como una “molestia ocasionada por un esfuerzo más o menos prolongado o por otras causas y que se manifiesta en la respiración frecuente o difícil”. El otro nombre que recibe esta afección es encefalomielitis miálgica que aunque no se conoce su causa principal se asocia con otras como el estrés o infecciones virales.

Según la Clínica Mayo, cuando la fatiga es crónica puede durar por lo menos seis meses, y no se ve vinculada con otra afección preexistente. Además, “empeora con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso”, concluye.

Por su parte, MedlinePlus, dice que es una enfermedad de tal gravedad, que impacta de manera negativa el organismo. “El síndrome de fatiga crónica puede ser difícil de diagnosticar. No existen pruebas y otras enfermedades pueden causar síntomas similares”, puntualiza.

¿Qué siente una persona con fatiga crónica?

Los síntomas más relevantes de este trastorno son los dolores de cabeza y garganta. También se destacan los mareos y un sueño no reparador, precisa la entidad de salud, siendo las mujeres más propensas a padecerla, sin estar los hombres exentos a ella. Es así como los jóvenes adultos suelen presentar complicaciones sobre su salud asociada con la fatiga crónica.

La Clínica también explica que esta condición puede afectar a una persona, aislandola, y obstruyendo su diario vivir incluidas sus labores, por lo que puede desarrollar episodios de depresión o incluso trastorno de depresión.

¿Qué es la depresión?

La Clínica Mayo, define la depresión como “un trastorno emocional” que puede abrumar a una persona invadiéndola de tristeza, provocando en ella, una dificultad para llevar a cabo diferentes actividades, influyendo en sus pensamientos, sus sentimientos y su comportamiento.

Es importante entender que la depresión no solo es una tristeza que aparece y desaparece, sino que cuando una persona es diagnosticada con ella, necesita estar bajo la supervisión de un terapeuta.

“La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, pues se estima que afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años”, puntualiza la Organización Mundial para la Salud (OMS).

El principal síntoma característico de este trastorno, es el cambio de humor, donde se destaca la irritabilidad, desencadenando problemas en el sueño y desinterés por la vida.

Es importante recordar que el tiempo de dormir es una de las actividades más importantes para el organismo, ya que este se restaura y el cerebro se renueva de las experiencias vividas en el día. Por lo anterior, se recomienda -si es posible- dormir entre las 7 y 8 horas, porque si no se cumple con este tiempo determinado, el cuerpo puede empezar a debilitarse.

Cualquier persona puede ser diagnosticada con depresión, incluidos los adolescentes y los niños, siendo estos últimos, quienes evidencian un rechazo para realizar actividades escolares o para asistir a su institución educativa. En cambio, los adolescentes pueden presentar las mismas características, incluidas el consumo de alcohol y la inactividad social.

Este trastorno desarrolla otros problemas de salud, interrumpiendo el avance de una persona en su ámbito profesional, familiar, y social.

La entidad americana también menciona que aunque la depresión se asocia solo con afecciones emocionales, en algunos casos, puede provocar la aparición de problemas físicos como dolores musculares, refiriéndose a que no hay un inicio, sino que uno conlleva al otro: dolor - depresión.

En conclusión, una persona diagnosticada con fatiga crónica no podrá tener esperanza sobre la cura de esta enfermedad, pero sus síntomas si son tratables, por lo que se deben modificar varios hábitos entre ellos, los del sueño.