Vida Moderna
¿Qué siente una persona cuando tiene anemia?
Hay muchas formas de anemia. Cada una tiene su propia causa. La anemia puede ser de corta o larga duración. Puede variar de leve a grave.
La anemia es una afección por la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos o hemoglobina. Los glóbulos rojos le suministran el oxígeno a los tejidos corporales.
Según los expertos de la Clínica Mayo, la hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y transporta el oxígeno desde los pulmones a los demás órganos del cuerpo. Tener anemia puede provocar cansancio, debilidad y falta de aire.
Ahora bien, según la Clínica Universidad de Navarra, la fatiga y la debilidad son los síntomas más comunes de la anemia. Como la hemoglobina en los glóbulos rojos es responsable de transportar el oxígeno a todas las partes del cuerpo, una disminución en su número o funcionamiento puede provocar una sensación de cansancio o fatiga persistente.
Síntomas
Los síntomas de la anemia dependen de la causa y de su gravedad. La anemia puede ser tan leve que no muestre síntomas al principio. No obstante, los síntomas acaban apareciendo y empeoran a medida que lo hace la anemia.
Si la causa de la anemia es otra enfermedad, esta puede enmascarar los síntomas de la anemia. Un examen de otra afección puede encontrar la anemia. Determinados tipos de anemia tienen síntomas que apuntan a la causa.
Los posibles síntomas de la anemia son:
- Cansancio.
- Debilidad.
- Falta de aire.
- Piel pálida o amarillenta, que será más obvia en una piel blanca que en una piel negra u oscura.
- Latidos irregulares.
- Mareos o aturdimiento.
- Dolor en el pecho.
- Manos y pies fríos.
- Dolores de cabeza.
Otros Síntomas
Otros síntomas que pueden sugerir la presencia de anemia incluyen intolerancia al frío, alteraciones del apetito y pérdida de peso. En algunos casos, se pueden observar síntomas específicos de la causa subyacente de la anemia.
Causas
La anemia se produce cuando la sangre no tiene suficientes glóbulos rojos o hemoglobina.
Esto puede suceder si:
- El cuerpo no produce suficientes glóbulos rojos o hemoglobina.
- Los sangrados provocan una pérdida de glóbulos rojos y hemoglobina más rápida de lo que pueden reemplazarse.
- El cuerpo destruye los glóbulos rojos y la hemoglobina que contiene.
Si la anemia se hace más intensa, estos síntomas se acentúan y aparecen con mínimos esfuerzos o incluso en reposo, asociándose a cansancio extremo.
El enfermo puede estar pálido, con una baja coloración de la piel y de las mucosas. Puede aparecer dolor de cabeza y, en pacientes con enfermedad cardiovascular, es posible que se desencadene una angina de pecho.
Sin embargo, en anemias que se desarrollan a lo largo de un periodo de tiempo muy largo, el organismo adapta sus sistemas a esa anemia y el enfermo puede tener muy pocos o casi ningún síntoma, especialmente si no realiza habitualmente ejercicio físico.
Hay que tener en cuenta que el cuerpo necesita ciertas vitaminas, minerales y nutrientes para producir suficientes glóbulos rojos. El hierro, la vitamina B12 y el ácido fólico son tres de los más importantes, según el portal de salud MedlinePlus. Es posible que el cuerpo no tenga suficiente de estos nutrientes debido a:
- Cambios en el revestimiento del estómago o los intestinos que afectan la forma como se absorben los nutrientes (por ejemplo, la celiaquía).
- Alimentación deficiente.
- Cirugía en la que se extirpa parte del estómago o los intestinos.