SALUD

¿Qué siente una persona cuando va a convulsionar?

Existen diversos tipos de convulsiones, con síntomas y complicaciones diferentes.

12 de octubre de 2022
Convulsiones
Una convulsión corresponde a cambios físicos o cambios en el comportamiento que ocurren durante un episodio de actividad eléctrica anormal en el cerebro. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Las convulsiones son una alteración eléctrica repentina y no controlada que se produce en el cerebro. Puede provocar cambios en el comportamiento, los movimientos o sentimientos, y en los niveles de conciencia, explica el instituto de investigación Mayo Clinic.

Cuando una persona presenta dos o más convulsiones en un lapso de 24 horas y no se puede identificar la causa; con frecuencia se le considera epilepsia.

Los expertos aseguran que esta es una situación más común de lo que se cree. Por ejemplo, se puede presentar después de un accidente cerebrovascular, una lesión en la cabeza, una infección como meningitis u otra enfermedad. Sin embargo, muchas veces se desconocen las causas.

Convulsiones
Las personas pueden presentar convulsiones sin que se tenga clara la causa de este padecimiento. | Foto: Getty Images

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que algunas de las señales más comunes que se presentan cuando una persona va a tener una convulsión son principalmente:

- Miedo o ansiedad

- Náuseas

- Vértigo (la persona siente que está dando vueltas o está moviéndose)

- Síntomas visuales (como luces brillantes y centelleantes, manchas o líneas onduladas frente a los ojos)

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, a veces es difícil saber si una persona está teniendo una convulsión porque quien la padece puede parecer confundido o verse como si tuviera la vista fija en algo inexistente. En otros casos es posible que la persona se caiga, tiemble y no se dé cuenta de lo que sucede a su alrededor.

Cuando hay síntomas normalmente se reflejan en desvanecimiento breve seguido de un período de confusión, cambios en el comportamiento, como jugar con la ropa; babeo o espuma en la boca, movimientos de los ojos, pérdida del control de esfínteres, cambio en el estado de ánimo, estremecimiento de todo el cuerpo, caída repentina, sabor amargo o metálico, detención temporal de la respiración y espasmos musculares incontrolables con fasciculaciones y movimientos espasmódicos en las extremidades.

Causas

Los especialistas aseguran que las células nerviosas (neuronas) del cerebro crean, envían y reciben impulsos eléctricos que permiten su comunicación y cualquier cosa que la interrumpa puede provocar una convulsión.

La causa más común de este padecimiento es la epilepsia. Sin embargo, no todas las personas que presentan una convulsión padecen de la mencionada enfermedad. En ocasiones estas afecciones son causadas o desencadenadas por factores tales como:

- Fiebre alta, que puede estar asociada a una infección como la meningitis

- Falta de sueño

- Luces parpadeantes u otros estímulos visuales

- Bajo nivel de sodio en la sangre (hiponatremia), lo que puede suceder con la terapia con diuréticos

- Medicamentos, como ciertos analgésicos, antidepresivos o terapias para dejar de fumar, que reducen el umbral convulsivo

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Durante una convulsión una persona puede exponerse a caídas en las que corre el riesgo de lastimarse. | Foto: Getty Images/iStockphoto

- Un traumatismo craneal que causa un área de sangrado en el cerebro

- Anormalidades de los vasos sanguíneos en el cerebro

- Accidente cerebrovascular

- Tumor cerebral

- Usar drogas ilícitas o recreativas, como anfetaminas o cocaína

- Abuso de alcohol, durante momentos de abstinencia o de extrema embriaguez

Complicaciones

Cuando una persona sufre una convulsión puede estar en riesgo de enfrentar caídas en las que está expuesta a lastimarse. De igual forma, es posible que se presente un ahogamiento si el episodio se presenta mientras el paciente nada o se baña y también puede enfrentarse a un accidente automovilístico o presentar problemas psicológicos, como depresión y ansiedad, inconvenientes que normalmente son resultado de dificultades para lidiar con la afección y de los efectos secundarios de los medicamentos.