¿Qué significa para la salud tener lengua roja?

Las papilas que están presentes en la lengua pueden cambiar de color cuando la persona ingiere alimentos o vitaminas, fuma o masca tabaco, así como puede suceder “a causa de la proliferación de determinadas bacterias coloreadas en la superficie de la lengua”, explica el doctor Bernard J. Hennessy, profesor asociado clínico del Departamento de Odontología Integral de la Universidad de Texas A&M.

Asegura que este cambio en la coloración de las papilas también puede deberse al consumo de preparaciones de bismuto contra el malestar estomacal, generando una coloración negra en la parte superior de la lengua. Eliminar este tipo de coloración puede lograrse con el solo hecho de cepillarla con un cepillo de dientes o con la ayuda de un raspador de lengua.

Otra forma de coloración que se presenta es azul-negra, muy leve, en la parte inferior de la lengua. “Puede ser un tatuaje causado por un fragmento de material de relleno de amalgama dental, que contiene plata”, indica el galeno.

Cuando hay anemia por carencia de hierro (anemia ferropénica) o una anemia perniciosa, que tiene su origen en una carencia de vitamina B12, también puede cambiar el color de la lengua a un tono pálido y de textura lisa.

En cambio, Hennessy explica que una lengua enrojecida y lisa, acompañada de una boca dolorida, “pueden indicar una inflamación general de la lengua (glositis) o bien la presencia de pelagra, un tipo de desnutrición causada por una dieta con carencia de niacina (vitamina B3)”.

Por último, está la lengua de color rojo fresa, la cual puede ser el primer síntoma de escarlatina, deficiencia de vitaminas, lengua geográfica o, en un niño pequeño, el indicativo de la enfermedad de Kawasaki, explica el médico de familia Daniel Allan de la Clínica de Cleveland.

• Deficiencia de vitamina: “Las deficiencias de ácido fólico y vitamina B 12 pueden hacer que su lengua adquiera una apariencia rojiza”, afirma el galeno. Asegura que con un simple análisis de sangre se puede determinar esos niveles.

• Lengua geográfica: este tipo de afección provoca el desarrollo de un patrón similar a un mapa de manchas rojizas en la superficie de la lengua. “Estos parches pueden tener un borde blanco alrededor y su ubicación en la lengua puede cambiar con el tiempo”, señala el doctor Allan. Agrega que la lengua geográfica suele ser inofensiva.
• Escarlatina: esta es una infección que hace que la lengua tenga una apariencia similar a la de una fresa (roja y rugosa). El doctor de la Clínica de Cleveland advierte que si la persona “tiene fiebre alta y la lengua roja, necesita ver a su médico de familia (...) Los antibióticos son necesarios para tratar la escarlatina”.
• Enfermedad de Kawasaki : se trata de una afección que también puede provocar que la lengua tenga una apariencia similar a la de una fresa, es muy común en los niños menores de cinco años y suele estar acompañada de fiebre alta. “La enfermedad de Kawasaki es una afección grave que requiere una evaluación médica inmediata”, concluye el galeno.

El tratamiento de la lengua de color rojo dependerá de la causa que la provoque, por lo que conviene consultar al médico si se presenta este síntoma.

Colgate, una empresa multinacional dedicada a la fabricación, distribución y venta de productos de higiene bucal, higiene personal y limpieza del hogar, reseña los tratamientos más comunes para las cuatro afecciones que podrían manifestarse con la lengua roja:

• Deficiencia de vitaminas: los niveles bajos de ácido fólico y de vitamina B 12 pueden mejorarse a menudo a través de la dieta o la toma de complementos.
• Lengua geográfica: hasta el momento no se conoce la cura para esta condición benigna (inofensiva), pero existen ciertas medidas que se pueden tomar para que el o la paciente se sienta más a gusto.

• Escarlatina: debido a que esta afección es causada por una infección bacteriana, el tratamiento a menudo consiste en antibióticos.
• La enfermedad de Kawasaki: el profesional de la salud podría recetar algunos medicamentos para ayudar a reducir el riesgo de padecer una cardiopatía.