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VIDA MODERNA

¿Qué son las hemorroides trombosadas y qué tan graves son?

A medida que envejecemos, el riesgo de sufrir hemorroides aumenta, razón por la que es necesario seguir algunos consejos para evitar sufrir de esta enfermedad y sus complicaciones.

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2 de febrero de 2021

Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas o inflamadas en el recto inferior y el ano, similares a las várices que se forman en las piernas, y las cuales pueden formarse en el interior del recto (hemorroides internas) o en el orificio anal (hemorroides externas).

Según indican los expertos, alrededor de tres de cada cuatro adultos podrían presentar esta condición en algún momento de su vida, dado que las venas alrededor del ano tienden a estirarse debido a la presión, lo que puede conllevar a que estas sobresalgan o se hinchen.

Es importante tener en cuenta que esta inflamación se puede desarrollar por un aumento de la presión en la parte inferior del recto como consecuencia de realizar mucho esfuerzo al evacuar los intestinos o hacer deposiciones, sentarse durante largos periodos en el inodoro, sufrir diarrea crónica o estreñimiento, padecer problemas de obesidad, estar en embarazo, tener relaciones sexuales anales, seguir una dieta con un bajo contenido de fibras y levantar cosas pesadas con regularidad, razones por las que si se está bajo algunas de estas condiciones se debe prestar mucha atención a esta zona para tratar la situación a tiempo y evitar problemas mayores.

Aunque entre los principales síntomas está el sangrado, en la mayoría de casos las hemorroides no son motivo de preocupación. Sin embargo, y de acuerdo con lo detallado en varios portales web dedicados a temas de salud, en una hemorroide externa puede formarse un pequeño coágulo de sangre denominado ‘trombo’, el cual puede ocasionar dolores fuertes además de sangrado.

Hemorroides trombosadas
Corte coronal del canal anal y recto inferior que muestra hemorroide trombosada. Imagen tomada de www.fairview.org | Foto: Imagen tomada de www.fairview.org

Por esta razón, si una persona que padece de hemorroides sufre de dolor fuerte o exceso de sangrado, se recomienda que busque atención médica inmediata para que traten la situación ya sea con medicamentos o con una intervención.

Según explica la organización Fairview, dedicada a atender necesidades médicas en Minnesota, un estado del Medio Oeste de EE. UU., de acuerdo con el tiempo transcurrido desde que se formó este trombo o coágulo en la hemorroide, se tomará la decisión sobre el tratamiento al que el paciente debe someterse.

Según esto, si el coágulo de sangre se formó en las últimas 48 a 72 horas que el paciente se presentó en el centro clínico, los médicos encargados podrían determinar extraerlo del interior de la hemorroide, un procedimiento que consiste en poner anestesia local para evitar molestias durante la intervención, y luego hacer una pequeña incisión en la piel con la que se logrará extraer el coágulo de sangre. Por tratarse de un tratamiento sencillo, por lo general no requiere que se pongan puntos.

Para los casos en los que ya hayan pasado más de 72 horas, los expertos por lo general recomendarían un tratamiento casero, como baños de agua tibia, pomadas y supositorios que pueden aliviar el dolor.

Sin embargo, si persiste el dolor o el sangrado, lo más recomendable es hablar con el médico sobre posibles tratamientos con bandas elásticas, ligadura o eliminación (hemorroidectomía), señala la organización médica.

Aunque según Fairview, muchas hemorroides trombosadas desaparecen por su cuenta en unas pocas semanas, es importante seguir algunos consejos para prevenir la aparición de las mismas, entre ellos comer alimentos ricos en fibra, así como suplementos, beber abundante líquido y hacer ejercicio con regularidad. Estas prácticas evitarán el estreñimiento y estimularán el buen funcionamiento del intestino, lo que permitirá que sea menos probable la aparición de hemorroides.