¿Qué son los ambientes obesogénicos?

Imaginen una casa en la cual sus residentes comen alimentos altos en calorías, se mueven muy poco para realizar las actividades de la vida diaria y, además, pasan el día recreándose acostados en un sofá o con videojuegos.

Según Carlos Olimpo Mendivil, médico y Ph.D. de la Universidad de Harvard, este lugar clasificaría en la definición de ambiente obesogénico. Y en efecto el mundo vive rodeado de ellos, especialmente en las grandes urbes. “Son espacios que de manera imperceptible propician el desarrollo de la obesidad y el sobrepeso, y se relacionan con la actividad física y con la ingesta de comida que no está asociada al hambre, sino a otros factores como la costumbre y los hábitos”.

Estos espacios también están relacionados con los vecindarios inseguros, mal iluminados y sin aceras porque impiden que los residentes salgan a caminar y hacen que las familias se mantengan siempre enclaustradas dentro de las casas. La falta de parques y espacios para hacer ejercicio fomenta decisiones como quedarse frente a una pantalla la mayor parte del día.

Por eso, el mundo tiene cifras de sobrepeso y obesidad tan altas. “Es imposible que la gente se haya enfermado toda de repente, que todos tengamos un problema genético; más bien, hemos cambiado los buenos estilos de vida y nos hemos dejado influir por esos ambientes obesogénicos. Antes la gente salía a jugar fútbol a la calle, comía porciones más pequeñas porque las mamás ahorraban comida”, señala Mendivil.

Está comprobado que estas enfermedades dependen de muchos otros factores como la infraestructura y las políticas de gobierno: si hay andenes, si se construyen parques, si funciona la seguridad. Para reducir el sobrepeso y la obesidad se necesita, entre otras cosas, de parques, ciclovías, zonas iluminadas, y que las personas vivan más cerca del trabajo para que puedan desplazarse allí a pie.

El reto es cómo sobrevivir en un ambiente obesogénico. El principal tema, según Medivil es darse cuenta de que existen y que no es normal. Luego, es importante tomar decisiones correctas como las siguientes:

1. Hacer una compra de mercado de alimentos saludables pues lo que tenga en la despensa y la nevera, será lo que se lo termine comiendo.

2. No obligar a nadie a comer. Si la persona no quiere, es porque no tiene hambre”, dice Mendivil.

3. Dejar de celebrar siempre con comida. Hay muchas maneras de disfrutar sin necesidad de comer.

4. Sea consciente. Mendivil señala que se toman muchas decisiones al día de manera inconsciente y “uno no puede ser un espectador pasivo de su propia vida”. Es común que cuando la gente toma este tipo de decisiones se enfrente al bullying, especialmente si es hombre. “sobrepóngase a eso. Es su salud la que está en juego”.

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