Vida Moderna
¿Qué sube más la presión arterial, el azúcar o la sal?
Tan solo uno de cada cinco adultos que sufren de hipertensión tiene controlado el problema.
La presión arterial alta, o también conocida como hipertensión, se da cuando la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias es demasiado alta, a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque en la mayoría de casos, la hipertensión no presenta síntomas, es importante estar realizando un seguimiento y tomar lecturas de la presión arterial regularmente. “Debido a que no hay ningún síntoma, las personas pueden sufrir enfermedad cardíaca y problemas renales sin saber que tienen hipertensión arterial”, precisa el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Con un diagnóstico definitivo, el profesional de la salud puede recetar medicamentos para mantener bajo control la presión arterial. Por ende, seguir el tratamiento médico es clave para que la enfermedad no evolucione y empeore con el paso de los años.
La OMS indicó que, según los cálculos, el 46 % de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección. De hecho, las personas que tienen la tensión arterial muy alta (de 180/120 o más) pueden presentar síntomas, como dolor intenso de cabeza, dolor en el pecho, mareos, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, visión borrosa o cambios en la visión, ansiedad, confusión, pitidos en los oídos, hemorragia nasal y cambios en el ritmo cardiaco.
Tendencias
Las personas que son propensas a tener la presión arterial alta suelen vivir controlando el consumo de alimentos como la sal o el azúcar. Sin embargo, “la reducción drástica de este aditivo es uno de los primeros deberes que imponen los médicos si no se quieren sufrir riesgos cardíacos”, precisó el portal Guia Gastronomika.
Un estudio demostró que la ingesta de azúcar añadido “sube más la tensión que la sal”. Los expertos estadounidenses, responsables de esta investigación, trabajaron en el indagar sobre los efectos que produce este aditivo en el corazón, llegando a la conclusión de que “los añadidos, es decir, aquellos que no se encuentran de forma natural en los alimentos, tienen una capacidad mayor que la sal de incrementar la tensión arterial”, reseñó el sitio web.
De acuerdo con información de Guia Gastronomika, sobre el estudio, el principal causante de este efecto es uno de los dos compuestos de este aditivo, dos monosacáridos, como la glucosa y la fructosa, “parece que esta última concentra el mayor peligro”.
Por ejemplo, los refrescos o las bebidas de fruta son elaborados con sirope de maíz, los cuales poseen un alto nivel de fructosa. Incluso, los expertos que estudiaron un grupo determinado de persona, llegaron a la conclusión que los tratantes que ingirieron “altos consumos de azúcar durante ocho semanas o más presentaban mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el corazón”.
“En concreto, observaron que aumentaba de manera significativa la presión sistólica y la presión arterial diastólica, con el consiguiente efecto negativo sobre el corazón. El estudio afirma que consumir el 25 % o más de calorías de azúcar multiplica por tres el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular”, precisó la fuente anteriormente citada.
¿Es posible controlar la presión arterial alta sin medicamentos?
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los cambios que se deben tener para reducir la presión arterial alta sin medicamentos son:
- Hacer ejercicio regularmente: entre los ejercicios aeróbicos que pueden reducir la presión arterial se incluyen: caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar o bailar. Otra opción es el entrenamiento por intervalos de alta intensidad.
- Tener una dieta saludable: una alimentación que contenga gran cantidad de granos integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa, y niveles bajos de grasas saturadas y colesterol puede disminuir la presión arterial alta hasta en 11 mm Hg.
- Limitar el consumo de alcohol: limitar el consumo de alcohol a menos de una copa por día para las mujeres o dos copas por día para los hombres puede ayudar a reducir la presión arterial en aproximadamente 4 mm Hg.
- Dejar de fumar: fumar aumenta la presión arterial. Dejar de fumar ayuda a bajar la presión arterial y también puede disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca y mejorar la salud general, lo cual posiblemente prolongue la vida.