CORONAVIRUS
¿Qué tan efectivo es el tratamiento contra el coronavirus por medio del plasma?
Un grupo de investigación acaba de empezar la segunda fase de un ensayo clínico que podría convertirse en un tratamiento para acelerar la recuperación de pacientes con coronavirus.
La enfermera ultimaba los detalles para comenzar el procedimiento: anotó el peso del paciente (71 kilos) y el tipo de sangre (O+). La máquina estaba prendida y de ella descolgaban las sondas por las cuales se haría la recolección del plasma que donaría uno de los primeros pacientes recuperados de covid-19 que decidieron participar de un proyecto para salvar a aquellos que se debaten entre la vida y la muerte.
El hombre se encontraba en la pequeña Sala de Plasmaféresis del Instituto Distrital de Ciencias, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS). Era el día de su cumpleaños, pero para él su mayor celebración era brindar su apoyo a otras personas que estaban pasando, como él lo estuvo, por una terrible situación por causa del coronavirus.
Foto: Raúl Arboleda / AFP
El tratamiento de plasma –o de plasma convaleciente, como lo llaman los médicos– es uno de los más antiguos y económicos para tratar cualquier infección. Consiste, básicamente, en realizar transfusiones del plasma de la sangre de personas que superaron la enfermedad a pacientes que están en condición crítica. Como el plasma contiene los anticuerpos que se crearon naturalmente para superar la enfermedad, estos actúan como una ayuda para combatir la infección en el paciente que lo recibe.
Para el caso del covid-19, este procedimiento todavía está en fase experimental, pero ya comenzó a ser utilizado en algunos países que están intensificando esfuerzos para combatir la pandemia. Uno de esos lugares es Bogotá, que con más de 171.000 contagios acumulados es la ciudad más afectada de Colombia: el pasado martes, la alcaldesa Claudia López publicó un video para presentar el proyecto e invitar a las personas que superaron el covid a donar: “Esto es conocimiento y ciencia bogotana del más alto nivel, de talla mundial para que Bogotá pueda tener su propio tratamiento de covid-19, de alta confiabilidad y todo el rigor científico”, dijo.
Bogotá tendrá el primer tratamiento para COVID desarrollado por nuestros mejores científicos con el plasma de pacientes recuperados.
— Claudia López Hernández (@ClaudiaLopez) August 18, 2020
Si tuviste Covid con síntomas agudos hoy puedes ayudarnos a salvar miles de vidas donando tu plasma.
Inscríbete en 👉🏻 https://t.co/PvKhi2lKXB pic.twitter.com/Fp2I7WdJud
El primer paso, cuando llega un donante, es practicar las pruebas PCR para determinar que el virus ya no esté presente en su organismo y realizar tomas de sangre para garantizar la alta presencia de anticuerpos. Si todo sale bien, inicia el procedimiento para donar plasma: los pacientes ni siquiera se necesitan quitar su ropa normal, solo se conectan a una máquina que, de manera automática, separa el plasma de la sangre.
El procedimiento duró 45 minutos, fue tan sencillo que el paciente no tuvo que usar las batas clínicas, con su ropa de diario bastó. Durante ese tiempo permaneció conectado a una máquina que, de manera automática, separaba el plasma de la sangre extraída. Estuvo acompañado por familiares y varios médicos y enfermeras que revisaban su salud constantemente. "Nosotros adquirimos aproximadamente 750 mililitros de este plasma –dice el IDCBIS en un comunicado–, dos de estas unidades, de las tres que se obtienen, son las que se emplean en la fase del ensayo piloto".
¿Qué es el plasma?
La terapia con plasma es una de las más antiguas en la historia de la medicina. Su historia se remonta a finales del siglo XX, cuando Emil Adolf von Behring, un médico alemán que ganó el primer Premio Nobel en Fisiología y Medicina, desarrolló una cura para una de las epidemias de su tiempo: la difteria. Sus experimentos se centraron en inyectar a pacientes enfermos los anticuerpos que se extraían de otras personas o de animales que se habían recuperado de la enfermedad.
El método fue tan exitoso que se utilizó contra otras epidemias, como la de la gripa española de 1918, el sarampión y el ébola.
Lo más leído
Claudia López en el IDCBIS. Foto: IDCBIS
Sin embargo, hay que tener claro que el plasma y la sangre no son una misma cosa. El plasma hace parte de la sangre y es un líquido de color amarillo claro constituído por un 95 por ciento de agua que sirve como el mecanismo de transporte por donde se mueven los glóbulos rojos, los góbulos blancos, las plaquetas, los nutrientes, las proteínas y otros componentes para que cumplan su función específica en el cuerpo. “Este líquido posee diferentes minerales y proteínas, entre ellas las inmunoglobulinas, que son los anticuerpos que nos protegen de diversas infecciones”, indica el comunicado del IDCBIS. “Los anticuerpos son los encargados de neutralizar o combatir sustancias extrañas para el cuerpo como bacterias, virus o toxinas”.
Bernardo Camacho en las fotos luce como un médico normal: canoso, serio, en bata blanca, de estatura mediana, sereno. Él dirige el IDCBIS, el instituto que realiza los estudios desde donde se han revelado los primeros resultados favorables del tratamiento con plasma de convaleciente contra la covid-19 en Colombia. Cuando contesta el teléfono, habla con voz firme, siempre resaltando el rigor científico de su profesión.
Las investigaciones que en este momento adelanta el instituto hacen parte de un grupo de investigación llamado PC-COVID-19* –las siglas PC son de “plasma convaleciente”–, en donde científicos de varias instituciones de salud y universidades de Bogotá y Medellín comenzaron a buscar la evidencia científica para demostrar que este tratamiento evitaría que pacientes con covid desarrollen estados críticos de la enfermedad.
Hasta ahora lograron llevar a cabo la primera fase de un estudio piloto en 10 pacientes con covid: en todos los participantes –tanto donantes, como pacientes y un grupo de control sin infección– evaluaron los niveles de anticuerpos, las proteínas inflamatorias y antiinflamatorias, los metabolitos y otros índices importantes. Sus resultados fueron favorables en el 80% de los casos tratados.
Foto: Raúl Arboleda / AFP
“Se observó que el plasma de convalecientes tiene una actividad antiviral, demostrada por la disminución de la carga viral; y contiene proteínas conocidas como interferones, que ayudan a restaurar el sistema inmune de los pacientes, en quienes se evidenció una reducción significativa en los niveles de la interleuquina-6, una de las proteínas inflamatorias incriminadas en la severidad de la covid-19”, dijeron los investigadores del grupo.
Un panorama esperanzador
Francis Suárez, alcalde de Miami, fue la primera persona en donar plasma sanguíneo en Florida, cuando las investigaciones para este tipo de tratamientos comenzaron en ese estado. En entrevista con SEMANA, dijo que la batalla contra el coronavirus no termina cuando se supera la enfermedad, sino que desde ahí comienza la responsabilidad para ayudar a las personas que se encuentran en situaciones similares.
De acuerdo con la base de datos médicos Clinical Trials, alrededor del mundo se están llevando a cabo por lo menos 135 ensayos clínicos para estudiar el plasma de convaleciente contra el coronavirus. Uno de los más destacados es el que se lleva a cabo en el Mayo Clinic, en los Estados Unidos, que ha reportado la transfusión de por lo menos 45.000 unidades de plasma. El pasado 19 de julio la clínica estadounidense publicó un primer informe de control que reveló una disminución en la mortalidad del 8,6 por ciento en los primeros siete días.
Foto: Raúl Arboleda / AFP
Los estudios del proyecto de investigación colombiano, sin embargo, tienen características únicas. "La singularidad del proyecto de Colombia está en obtener plasma con altísima inmunidad, medida por los grupos de investigación que conforman este equipo. El plasma que ha demostrado llevar esa inmunidad es el que se va a aplicar en las siguientes oportunidades", dice Bernardo Camacho.
Hasta el momento, para él, la investigación tiene un panorama esperanzador. Ahora que el IDCBIS está en la segunda fase del estudio piloto, espera demostrar que el tratamiento con plasma hecho en Bogotá puede acelerar la recuperación de los pacientes.
Para esta etapa, se evaluarán 90 pacientes: 45 recibirán el plasma convaleciente directamente en las clínicas donde se desarrolla el proyecto de investigación: la Clínica del Occidente y el Hospital Méderi, en Bogotá, y la Clínica CES de Medellín. Los otros 45 pacientes solo recibirán el tratamiento convencional de la institución.
Los donantes, que deben ser voluntarios, deben cumplir unos requisitos específicos: haber estado hospitalizados por covid-19, haberse recuperado hace menos de 31 días, llevar más de 14 sin presentar ningún síntoma y tener niveles de anticuerpos lo suficientemente altos en su plasma. Quienes quieran participar, pueden inscribirse en la página web del IDCBIS.
Tratamiento con plasma. Foto: IDCBIS.
En cerca de un mes y medio, a finales de septiembre, se conocerán los resultados del estudio piloto del grupo PC-COVID-19, que revelarán qué tan efectivo resulta el procedimiento. Por ahora, sin embargo, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) ha sido radical y ha establecido unos criterios específicos en los cuales el único lugar autorizado para realizar este procedimiento con plasma de convaleciente es el IDCBIS.
Otro de los pacientes recuperados de covid-19 levanta el teléfono. Cuenta que donó su plasma a mediados de agosto. Para él fue tan sencillo como donar sangre: “El hecho de pasar por el coronavirus me hace pensar que con mi ayuda puedo evitar que otras personas pasen por lo mismo”, dice. “Por eso invito a que todas las personas que cumplan los requisitos vengan y hagan la donación; no se siente nada raro”.
*El grupo de estudio PC-COVID-19 está conformado por investigadores del Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (CREA) de la Universidad del Rosario, de la Clínica del Occidente en Bogotá; de la Universidad CES de Medellín; del Instituto Distrital de Ciencia, Biotecnología e Innovación en Salud (IDCBIS), de Bogotá; de la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud (FUCS) y de Servicios y Asesoría en Infectología (SAI), de Bogotá. También participan investigadores de la Universidad de los Andes de Bogotá.