SALUD
¿Qué tan peligroso es tener un quiste en el riñón?
Por lo general los quistes simples en estos órganos no manifiestan síntomas.
Los quistes que aparecen en los riñones son bolsas redondas de líquido que se forman dentro o sobre estos órganos y, por lo general, son asintomáticos.
Información del instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic indica que los quistes renales pueden estar asociados con trastornos graves que pueden afectar la función renal. Sin embargo, la mayoría de las veces son un tipo llamado quistes renales simples, es decir, que no son cancerosos y muy rara vez causan complicaciones.
Las causas de esta afección no son claras. En ocasiones se forma un solo quiste en la superficie de un riñón, pero también varias de estas bolsas pueden afectar a uno o ambos riñones. Sin embargo, los quistes renales simples no son iguales a los que se forman en la enfermedad renal poliquística.
Normalmente estos quistes se detectan durante una prueba de diagnóstico por imágenes que se realizan por otras enfermedades, no causan signos ni síntomas y la mayoría de veces tampoco requieren tratamiento.
De acuerdo con los expertos, si un quiste renal simple aumenta considerablemente su tamaño, se pueden presentar señales como dolor sordo en la espalda o en los costados del cuerpo o fiebre y dolor en la parte superior del abdomen.
Mayo Clinic indica que aunque las causas de este tipo de quistes no se han logrado determinar, una teoría sugiere que aparecen cuando la capa superficial del riñón se debilita y forma una bolsa (divertículo), la cual se llena de líquido, se desprende y se transforma en un quiste.
Factores de riesgo
Los expertos señalan que el riesgo de tener quistes renales simples aumenta a medida que la persona envejece, aunque pueden producirse a cualquier edad. Es más frecuente que se presenten en los hombres y muy ocasionalmente pueden generar complicaciones.
Las pocas veces que puede molestar es, por ejemplo, cuando se infecta, que causa fiebre y dolor. También puede romperse, lo que genera un dolor intenso en la espalda o en los costados del cuerpo.
En otras ocasiones puede obstruir el flujo normal de la orina y provocar hinchazón en el riñón, que es lo que se conoce como hidronefrosis.
Al respecto, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos, indica que en contadas ocasiones, los quistes renales simples pueden llegar a ser lo suficientemente grandes como para generar las mencionadas molestias.
También se dice que cuando se crecen demasiado pueden afectar la presión arterial. Esta institución sugiere que se consulte con un profesional de la salud si se evidencia alguna de las mencionadas señales.
¿Cuál es el tratamiento?
Normalmente los médicos no tratan los quistes que no muestran síntomas. Sin embargo, es posible que le sugieran al paciente realizarse ecografías regulares para realizar seguimiento en busca de señales de cambio o problemas.
Cuando se presentan síntomas es posible que se realice un tratamiento. Algunos estudios sugieren que drenar o extraer los quistes puede ayudar con la presión arterial alta relacionada con los mismos.
Una de las técnicas es la escleroterapia que se practica usando una ecografía como guía. En el procedimiento, el médico inserta una aguja larga a través de la piel y dentro del quiste; luego lo drena e inyecta una solución de alcohol. Esta solución endurece el área dentro del quiste, por lo que es menos probable que se llene de líquido nuevamente. Este proceso generalmente se realiza en un centro ambulatorio con anestesia local.
Si el quiste es grande, es posible que se necesite cirugía laparoscópica. El cirujano drena el quiste y luego extrae o quema el tejido externo. Para este procedimiento, es posible que el paciente necesite anestesia general en el hospital y deba permanecer allí por un par de días en proceso de recuperación.