¿Qué tipo de azúcar es buena para el hígado?

En la actualidad los “edulcorantes no calóricos, como el aspartamo, la sucralosa, la sacarina y estevia han aumentado en popularidad y en su uso”, explica el portal Alimente, pero advierte que “existe una evidencia limitada de los beneficios de su consumo frecuente como sustitutos del azúcar”.

Lo que sí tiene una gran evidencia es que “el alto consumo de azúcar conduce a la obesidad y la enfermedad del hígado graso”, indica el mencionado portal web. “Un estudio, dirigido por Rohit Kohli, MBBS, MS, del Hospital Infantil de Los Ángeles (EEUU), muestra que el extracto de estevia puede reducir los marcadores de enfermedad del hígado graso”, cita Alimente.

“Usando un modelo preclínico, sometió a prueba extractos de dos edulcorantes no calóricos, la sucralosa y la estevia. Ambos, precisa Kohli, son de uso corriente y su disponibilidad está asegurada. De hecho, ya se emplean en numerosos productos alimentarios. “Nos interesaban estos porque son los más recientes y los menos estudiados en el contexto de la enfermedad hepática y la obesidad”, explica Kohli en palabras que recoge El Español.

Un trabajo de la Universidad de Leuven (Bélgica), con el Centre de Recerca Biomédica de Reus, publicado en ‘Food and Chemical Toxicology’ en 2015, “documentaba que el consumo de azúcares derivados de la estevia previene la enfermedad del hígado graso (esteatosis hepática)”, destaca Alimente.

Los expertos señalan que “la acumulación de grasas en las células del hígado”. Los estudios se realizaron con un ensayo realizado con 32 ratones obesos genéticamente. “Se analizaron los efectos de los componentes esteviol, esteviósido y el rebaudiósido A, en 24 de los 32 roedores, a los que se les administró alguno de los tres derivados. El resto formó parte del llamado grupo de control.

De acuerdo a Alimente, “al seguir una dieta con alguno de los tres azúcares extraídos de la estevia se observó que estos derivados activan las vías metabólicas que estimulan la degradación de las grasas del hígado, su transporte fuera de las células hepáticas y que inhiben su almacenamiento en forma de gotas de grasa”.

En el portal El Español citan un estudio publicado en la revista Scientific Reports, el cual “apunta a que, al menos a lo que la enfermedad hepática se refiere, un extracto de estevia puede reducir los marcadores de adiposidad en el hígado. Los trabajos de laboratorio, precisan, se encuentran en estos momentos en la fase de ensayo clínico”.

Según el portal Vitónica, se tiene la idea que el exceso del consumo de azúcar genera el aumento de peso y las calorías vacías, pero esta también afecta al hígado.

El exceso de azúcar en la dieta “puede producir una esteatosis hepática no alcohólica, similar a la que se produce por un exceso en el consumo de bebidas alcohólicas”, explica Vitínica, además señala que los daños del exceso de azúcar no solo se ven reflejados en algunos kilos de más, “sino que puede producirnos daños muchos más graves”.

En este portal citan un estudio realizado por la Universidad de Duke en los Estados Unidos, el cual determinó que “la transformación del azúcar en grasas es lo que se produce en nuestro hígado como consecuencia de un exceso de este nutriente en la sangre. Esto hace que el hígado acumule este exceso de azúcar formando grasa en su interior desembocando en una esteatosis hepática o lo que popularmente conocemos como hígado graso producido habitualmente por una ingesta masiva de alcohol, y que hace que este órgano no funcione correctamente”.

En Mejor con salud indican que en 2008 se publicó una investigación realizada por expertos de varias universidades y dirigido por el Dr. Xiaosen Ouyang. En ella se buscaba “establecer cuál era la relación precisa entre el daño hepático y el azúcar blanco, la sacarosa y la fructosa. El resultado, que se publicó ese mismo año en Journal of Hepatology, señaló que la fructosa era particularmente nociva”.

La consulta al médico y llevar una dieta saludable, son algunas de las recomendaciones de Mejor con salud para el cuidado de la salud del hígado.