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¿Qué vitamina falta cuando se presentan cataratas?
Esta afección se presenta cuando se nubla el cristalino del ojo.
Las vitaminas son nutrientes clave para el normal funcionamiento del organismo y dado que su excedente normalmente se expulsa a través de la orina, se deben consumir a diario para evitar carencias que ocasionan problemas de salud.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos asegura que en total son 13 vitaminas clave para que el cuerpo funcione apropiadamente y la mejor forma de obtenerlas es consumiendo una dieta equilibrada con alimentos variados y de diferentes colores (verde, rojo, naranja y amarillo).
Cada uno de estos nutrientes cumple una función importante en el cuerpo. “El hecho de no consumir suficiente cantidad de frutas, verduras, legumbres, lentejas, granos integrales y productos lácteos enriquecidos puede incrementar el riesgo de problemas de salud, entre ellos enfermedad cardíaca, cáncer y salud ósea deficiente”, precisa la citada fuente.
Los ojos no escapan a las deficiencias de algunas vitaminas. Una de las afecciones más comunes en estos órganos son las cataratas, las cuales se presentan cuando se nubla una parte del cristalino, es decir, el “lente” del ojo (la parte clara que ayuda a enfocar la luz), precisa el Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos.
Tendencias
Las cataratas son muy comunes a medida que las personas envejecen. Al principio, es posible que el paciente no note que tiene una catarata. Pero con el paso del tiempo, estas pueden hacer que la visión se haga borrosa, difusa o menos colorida. Es posible que se presenten problemas, por ejemplo, para leer o realizar otras actividades cotidianas.
Con el paso del tiempo, esta afección puede causar pérdida de visión. Sin embargo, la buena noticia es que este padecimiento se puede mejorar con cirugía.
Vitamina B2 para la vista
Una de las vitaminas de las que podría tener deficiencia el cuerpo cuando esto ocurre es la riboflavina o vitamina B2. Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aseguran que una de las causas a largo plazo de no consumir suficiente cantidad de este nutriente es que se opaca el cristalino y aparecen las cataratas, lo que afecta el sentido de la vista.
Normalmente, las cantidades que el organismo requiere las puede obtener de manera natural a través de la alimentación. Este nutriente se encuentra en productos como: lácteos, huevos, hortalizas de hoja verde, carnes magras, vísceras como el hígado o el riñón, legumbres y nueces.
De igual forma, se pueden consumir suplementos de esta vitamina. La Biblioteca de Medicina indica que hay quienes ingieren riboflavina para tratar varios tipos de cáncer y para las cefaleas migrañosas. También se usa para tratar el acné, los calambres musculares, el ardor en los pies, el síndrome del túnel carpiano y para trastornos de la sangre como la metahemoglobinemia congénita y la aplasia de células rojas de la sangre.
Sin embargo, también muchos pacientes la usan para hacerles frente a las enfermedades de los ojos como la fatiga ocular, las cataratas y el glaucoma, precisa la citada fuente.
Otras vitaminas para los ojos
Otras vitaminas clave para cuidar la salud general de los ojos son la A y la C. En el caso de la A, por ejemplo, es clave para el buen funcionamiento de la retina y especialmente para la visión nocturna o cuando se presentan espacios con luz tenue, según la mencionada institución.
Esta vitamina, según los especialistas, puede encontrarse de dos formas. Retinol, que es la más activa de la vitamina A y está presente en alimentos de origen animal como el hígado o la leche entera, y los carotenoides, que son pigmentos de color oscuro presentes en los alimentos de origen vegetal y, una vez ingeridos, el organismo es capaz de transformarlos en su forma activa de vitamina A.
Por su parte, la vitamina C se caracteriza por ser un potente antioxidante que defiende a las células frente a los efectos que generan los radicales libres. También ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como la degeneración macular asociada a la edad o el glaucoma, y actúa como escudo contra las infecciones y úlceras corneales. Su ingesta se puede realizar a través del consumo de frutas, especialmente las cítricas y verduras de hoja verde, los tomates o los pimientos.