¿Qué vitamina se puede tomar para superar la ansiedad y la depresión?

Hoy en día, la ansiedad y la depresión se han convertido en dos trastornos muy comunes tanto en jóvenes como en adultos. Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud, y por lo general los síntomas que se presentan son sudoración, estar inquieto y tenso, y tener palpitaciones frecuentes, siendo estos parte de una reacción normal del estrés.

“Si bien la ansiedad puede ayudar a enfrentar una situación, además de darle un impulso de energía o ayudarle a concentrarse, para las personas con trastornos de ansiedad el miedo no es temporal y puede ser abrumadora. Como tal, los trastornos de ansiedad son afecciones en las que la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias, como el desempeño en el trabajo, la escuela y las relaciones entre personas”.

Respecto a la depresión, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que es una enfermedad grave que interfiere con la vida diaria, con la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida, y es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos.

Por lo general, las personas con depresión pueden presentar varios síntomas como los siguientes: pérdida de energía; cambios en el apetito; necesidad de dormir más o menos de lo normal; ansiedad; disminución de la concentración; indecisión; inquietud; sentimiento de inutilidad, culpabilidad o desesperanza; y pensamientos de autolesión o suicidio.

Ante estos problemas de salud, es importante acudir al médico para recibir el tratamiento respectivo. Adicional a ello, se requiere de una alimentación saludable rica en vitaminas y minerales, así como buenos hábitos de vida.

Frente a las vitaminas, que son un grupo de sustancias que son necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales, también ayudan a superar tanto la ansiedad como la depresión.

De hecho, la revista Mejor con Salud destaca que cuando hay deficiencia de vitamina B2, aumenta la probabilidad de padecer estos trastornos, provocando fatiga, dificultad para concentrarse y depresión. Cabe mencionar que en el caso de tener problemas de tiroides o ser vegano la deficiencia de la B2 es mayor.

De este modo, que es fundamental regular su ingesta por medio de los siguientes alimentos:

• Frutos secos.
• Lácteos (leche, queso).
• Hígado.

• Clara de huevo.
• Cereales.
• Pescado.

Síntomas de la deficiencia de vitamina B2

La vitamina B2 también se conoce como riboflavina, la cual es hidrosoluble. Esto significa que no se almacena en el cuerpo y se disuelven en agua. Las cantidades sobrantes de vitamina salen del cuerpo a través de la orina.

Entre sus principales funciones, Medline Plus indica que la vitamina B2 es importante para el crecimiento del cuerpo, ayuda en la producción de glóbulos rojos y también ayuda en la liberación de energía de las proteínas. Por lo general, la falta de riboflavina no es común en los Estados Unidos debido a que esta vitamina es abundante en el suministro de alimentos. Los síntomas de una deficiencia grave incluyen:

• Anemia.
• Úlceras bucales o labiales.

• Problemas de la piel.
• Dolor de garganta.
• Inflamación de las membranas mucosas.

“Los signos más frecuentes de la deficiencia de riboflavina son palidez y maceración de las mucosas en las ángulos de la boca (estomatitis angular) y las superficies bermellón de los labios (queilosis), que con el tiempo son reemplazados por grietas lineales superficiales.

Las grietas pueden infectarse con Candida albicans y causar lesiones de color blanco grisáceo (boqueras). La lengua puede presentar un color magenta. También se produce una dermatitis seborreica, que suele afectar los pliegues nasolabiales, orejas, párpados y escroto o labios mayores. Estas áreas aparecen de color rojo, descamadas y con una superficie oleosa”, indica MSD Manuals.

Cabe mencionar que las anteriores recomendaciones no suplen los tratamientos indicados por los especialistas en salud.