Infancia
¿Quién piensa en los niños? La preocupante crisis de leche para bebés en Estados Unidos
Estados Unidos padece una preocupante escasez de leche para bebés. Los niños son los más afectados, y las alternativas, pocas.
Para mayo, cerca del 40 por ciento de los productos de fórmula para bebés estaban agotados en Estados Unidos, un país calificado de baja calidad cuando de políticas para la protección de las familias se trata.
Ya los expertos en la industria de alimentos habían temido y advertido sobre una situación como esta. La escasez de leche, fundamental para el desarrollo sano de los niños en una nación donde cada vez menos mujeres amamantan, es una crisis que se veía venir.
Los factores que llevaron a esta situación son variados y complejos. En primer lugar, hay una crisis estructural relacionada con el sistema de salud de Estados Unidos, que no logra prestar un servicio adecuado para que las mujeres amamanten a sus niños desde el momento en que nacen.
Según informa la Deutsche Welle, los primeros días de nacido del bebé son cruciales para que la mamá empiece un proceso sano y normal de lactancia, pero también para que el recién nacido se adapte a la leche proveniente de su madre. Debido a la manera como funciona el sistema de salud estadounidense, principalmente en las clases medias y bajas, el bebé es alimentado desde sus primeros días con esta leche sin adaptarse a la materna. Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud, durante décadas, ha pedido un cambio en estas políticas de salud.
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Luego, se encuentra un fenómeno coyuntural presentado por la dificultad en la cadena de suministros y distribución causada por la pandemia de la covid. Esta crisis generalizada afectó de manera especial a las materias con que se produce la leche.
Sin embargo, el que quizás sea el factor más importante para entender esta crisis está relacionado con las dinámicas propias de la industria. El cierre de Abbott Nutrition –una de las principales plantas de fabricación de estos alimentos en el país– debido a la presencia de una bacteria en sus productos que podría haber causado la muerte de dos bebés puso en evidencia las feroces dinámicas de esta industria.
Según CNN, solamente tres o cuatro grandes empresas poseen toda la producción de leche allí.
Estos grandes productores, con ánimos de defender sus oligopolios, han puesto importantes trabas legales, jurídicas y políticas a las empresas que desean ingresar al mercado: desde grandes regulaciones en las fórmulas hasta problemas para encontrar proveedores y socios de fabricación.
Así, la entrada de un nuevo participante que pueda aumentar la competencia y generar nueva oferta de estos alimentos es muy compleja y, para algunos, casi imposible.
La actual crisis de los alimentos para bebés es motivo de gran preocupación para el Gobierno de Estados Unidos, pero también el resultado de las dinámicas de una industria que por años ha beneficiado solo a algunos productores. Las salidas para el Gobierno aún no parecen claras, máxime en un escenario con una inflación desbordada y alcanzando picos históricos.
La crisis económica ha afectado a todos, y los sectores económicos beneficiados por las reglas de la industria no piensan ceder. La pregunta que queda es ¿qué pasará con los niños? ¿Quién piensa en ellos?