Los hallazgos del estudio podrían ayudar a funcionarios de salud pública a desarrollar mensajes más efectivos. | Foto: Getty Images

Vida moderna

¿Quiénes creen más en información médica falsa en redes sociales?

El nivel educativo y el interés en la medicina alternativa, son los factores más asociados a la creencia en informaciones médicas erróneas, según estudio.

2 de marzo de 2021

Aunque muchas personas creen en informaciones erróneas que aparecen de vez en cuando en Facebook y Twitter, aquellas con menor nivel educativo y que tienen la tendencia a utilizar la medicina alternativa o sienten desconfianza en el sistema de salud, son más propensas a creer en publicaciones médicas inexactas que el resto, según una investigación publicada por la Asociación Americana de Psicología.

La información inexacta es una barrera para una buena atención médica porque puede disuadir a las personas de tomar medidas preventivas para evitar enfermedades y hacer que duden en buscar atención cuando se enferman”, advierte la autora principal, Laura D. Scherer, de la Universidad de Escuela de Medicina de Colorado, en Estados Unidos.

“Identificar quién es más susceptible a la información errónea podría brindar una perspectiva considerable sobre cómo se difunde dicha información y brindarnos nuevas vías de intervención”, explica Scherer.

En el estudio, publicado en la revista Health Psychology, los investigadores encuestaron a 1.020 personas en Estados Unidos entre los 40 y 80 años de edad, sobre la precisión de 24 publicaciones recientes en Facebook y Twitter sobre vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH), medicamentos con estatinas y tratamiento contra el cáncer.

Los investigadores compartieron con los participantes un número igual de publicaciones verdaderas y falsas para los tres problemas médicos. Las afirmaciones falsas incluyeron afirmar que el arroz de levadura roja es más eficaz para reducir el colesterol que las estatinas, que la marihuana, el jengibre y las raíces del diente de león pueden curar el cáncer y que las vacunas contra el VPH son peligrosas.

Se pidió a los participantes que evaluaran si las publicaciones eran completamente falsas, en su mayoría falsas, en su mayoría verdaderas o completamente verdaderas. Los investigadores hicieron preguntas de seguimiento, incluido el nivel de educación de los participantes, el interés en tratamientos alternativos, la comprensión de los problemas de atención médica, los ingresos y la edad.

Los investigadores encontraron que los participantes con niveles más bajos de educación y alfabetización en salud eran más propensos a creer en la información errónea.

Aquellos que desconfían del sistema de atención médica o que tenían actitudes positivas hacia la medicina alternativa también tendían a creer la información errónea sobre los tres temas de salud con más frecuencia que otros en el estudio. Además, los participantes que cayeron en la información errónea sobre un problema de salud tendieron a ser más susceptibles a la información errónea sobre los otros dos temas de salud.

Los hallazgos podrían ayudar a los funcionarios de salud pública a desarrollar mensajes y alcance más específicos para una variedad de problemas de atención médica, según los expertos.

“Las personas que eran susceptibles a la información errónea tendían a ser susceptibles a los tres tipos que les mostramos, sobre una vacuna, medicamentos con estatinas y tratamiento contra el cáncer”, señala Schere. “Una posible implicación es que estas personas son susceptibles a muchos tipos diferentes de información errónea sobre la salud, lo que hace que estos hallazgos sean potencialmente relevantes para otros problemas de atención médica más allá de los que estudiamos aquí. Esta información podría tener implicaciones para otros esfuerzos de información pública, como los actuales en curso para abordar covid-19”.

Aún así, los investigadores consideran necesario realizar más investigaciones para comprender completamente cómo interrumpir los ciclos de información errónea. “Esperamos que los investigadores puedan basarse en estos hallazgos y desarrollar intervenciones novedosas y basadas en evidencia para reducir la influencia y la difusión de información errónea sobre la salud en línea. Estos pasos podrían salvar innumerables vidas”, concluye Scherer.

Con información de Europa Press