Salud
Recomendaciones de expertos para fortalecer la memoria
Así como es importante mantener la salud del cuerpo, el cerebro requiere mantenerse activo para evitar el deterioro.
La memoria es una capacidad clave del cerebro para recopilar información que puede ser útil en el futuro. El proceso mediante el cual las personas almacenan recuerdos incluye a varias partes del cerebro y a múltiples neuronas, que constantemente están documentando datos nuevos y reutilizándolos según sea necesario.
Lo cierto es que con el paso del tiempo es natural que la memoria, como otras capacidades del organismo, empiece a deteriorarse. “La mala memoria puede ser una parte normal del envejecimiento. A medida que las personas van envejeciendo, ocurren cambios en todas las partes del cuerpo, inclusive en el cerebro”, indica el National Institute on Aging de Estados Unidos.
A todas las personas se les pueden olvidar algunos detalles en su día a día. No obstante, el National Institute on Aging ha señalado que es clave estar pendientes de comportamientos específicos que podrían indicar una pérdida importante de la memoria.
Según esa fuente, las personas que están presentando un deterioro cognitivo significativo tienden a hacer las mismas preguntas una y otra vez, se pueden perder en lugares que ya conocen, tienen dificultades para seguir instrucciones que les acaban de dar y tienen confusiones frecuentes frente a personas, tiempos y ubicaciones.
Puede que se trate de un deterioro cognitivo leve, que si bien es un llamado de atención, no siempre quiere decir que podría avanzar a un estadio más grave. “Las personas con deterioro cognitivo leve generalmente pueden cuidarse a sí mismos y realizar sus actividades normales. El deterioro cognitivo leve puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Alzheimer, pero no todas las personas que lo tienen desarrollarán esta enfermedad”, asevera el National Institute on Aging.
Las formas graves de pérdida de la memoria no son normales y no hacen parte del proceso natural del envejecimiento, por lo cual hay que tener asesoría médica para determinar si en efecto los síntomas que tiene una persona corresponden a padecimientos como el Alzheimer o la demencia, que se presentan con mayor frecuencia entre los adultos mayores.
Recomendaciones para cuidar la memoria
Pese a todo, hay algunas prácticas y ejercicios que las personas pueden tener en cuenta para cuidar su memoria y ejercitarla con constancia.
Los expertos indican que es importante prestar atención, enfocar la mente. “La desatención es la mayor causa de las dificultades de memoria”, le dijo a The New York Times Richard Restak, neurólogo y profesor de clínica en la Escuela de Medicina y Salud de la Universidad del Hospital George Washington.
Según explicó el experto lo que la gente normalmente identifica como problemas de memoria en realidad son fallas en la atención. Para mejorar esto, Restak indicó que es crucial usar técnicas de asociación.
Por ejemplo, si una persona está tratando de recordar una palabra es de gran ayuda que cree en su mente una imagen de la misma. Para lograrlo es clave utilizar la imaginación y, con ello, entrenar también la creatividad.
Por su parte, la Clínica Mayo de Estados Unidos también cita algunos consejos que pueden ser útiles a la hora de mantener aceitada la memoria.
Entre otras cosas, recomiendan estimular la propia actividad mental haciendo cosas nuevas o asumiendo retos. “Haz las palabras cruzadas. Toma rutas alternativas al conducir. Aprende a tocar un instrumento musical. Participa como voluntario en la escuela local o en una organización de la comunidad”, indica la institución médica.
Otro consejo que no es tan frecuente es mantener una vida social activa. Según explica la Clínica Mayo, las interacciones con otras personas permiten prevenir trastornos mentales como la depresión y reducir el estrés. Esto es clave, sobre todo, para las personas que viven en soledad.
Diversas investigaciones, además, han encontrado los beneficios que puede traer la actividad física para el bienestar del cerebro. Entre otras cosas, hacer ejercicio aumenta la presión sanguínea y permite que la sangre también llegue de mejor manera al cerebro.
“El Departamento de Salud y de Servicios Sociales de Estados Unidos recomienda que la mayoría de adultos practiquen 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (una caminata a paso ligero) o 75 minutos semanales de actividad aeróbica enérgica (trotar), preferiblemente esparcidos a lo largo de la semana”, subraya la Clínica Mayo.
Y añade que es importante mantener la organización, usar listas de tareas, dormir bien y llevar una dieta saludable que evite el desarrollo de enfermedades que también pueden afectar la actividad cerebral.