DIETAS

Cinco recomendaciones para alimentarse bien en el trabajo

Algunas claves son respetar los horarios, comer con calma y conocer el aporte nutricional de las comidas.

13 de enero de 2016
Alimentarse bien fuera de casa y en los horarios laborales es desafiante. | Foto: Javier de la Torre

La obligación de comer fuera de casa por motivos de trabajo genera cambios en los hábitos alimentarios de millones de personas. Esta nueva rutina suele traducirse en desequilibrios nutricionales que se pueden tornarse problemas de sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes, gastritis, colon irritable, entre otros trastornos.
 
Este tipo de rutinas son cada vez más comunes debido a las distancias entre el trabajo y el hogar, así como las largas jornadas laborales y al estrés del día a día.
 
“Las estadísticas indican que, en las ciudades más grandes, dos de cada tres trabajadores se ven obligados a comer fuera de casa, por lo que esta situación puede provocar un problema de salud pública si no se educa a la población sobre la necesidad de preservar una alimentación saludable durante la jornada laboral”, aseguró Alexandra Franco, nutricionista, dietista y educadora del programa de diabetes de Colsanitas.
 
Precisamente, en este nuevo año laboral que comienza, es conveniente tener en cuenta ciertas medidas que contribuirán a tener un buen rendimiento y mantener una buena calidad de vida. A continuación cinco simples pero efectivas recomendaciones:
 
1. El almuerzo debe proveer un tercio de los requerimientos de nutrientes diarios.
No busque que sea solo apetitoso, sino también nutritivo. Por eso, evite las comidas rápidas. No es sano tener este tipo de alimentación a diario, pues como es bien sabido la cantidad de grasa y de carbohidratos que contienen son perjudiciales para el organismo.
 
2.  Conozca los ingredientes de lo que consume. Antes de ordenar, pregunte qué incluye el plato para poder elegir lo que va a comer, pues muchas veces algunos ingredientes no son tan saludables. Pida primero ensaladas o frutas, ya que son fuente de fibra y generan sensación de saciedad. Evite las preparaciones con salsas cremosas o grasosas. También elija alimentos con texturas consistentes, que obligan a masticar, ensalivar más y a comer más despacio.
 
3. Cuidado con los aceites en los aderezos de ensaladas. No siempre su calidad es la mejor, por eso utilícelos en poca cantidad o use vinagretas a base de vinagre blanco, de frutas o balsámico, los cuales tienen pocas calorías. No abuse de los fritos y apanados porque excederá  las calorías permitidas. Prefiera preparaciones asadas, cocidas, al vapor, a la plancha o al horno.
 
4. Evite llegar al restaurante con el estómago vacío.
Dejar mucho tiempo entre una comida y otra hace que exceda las porciones cuando se siente a la mesa. Para que una dieta sea equilibrada debe realizar cinco o seis ingestas diarias de comida. Así mantendrá estable los niveles de glucosa y también el peso adecuado. En caso de trabajar en una oficina es importante que desayune en la casa, que coma una fruta a media mañana y que almuerce. En la tarde puede tomar un yogur o un trozo de fruta y cenar algo ligero.
 
5. Respete los horarios e intente comer siempre a la misma hora. Tómese el tiempo para almorzar. Comer deprisa y a medio pasar los alimentos produce problemas digestivos. Es importante que se no realicen, al mismo tiempo, otras tareas como leer y trabajar en el computador. Este es el momento para olvidarse de las tensiones del trabajo.