Turismo
Recomendaciones para viajar solo con equipaje de mano
La practicidad a la hora de empacar es clave para garantizar que nada falte durante un viaje.
Empacar y desempacar enormes maletas suele ser una de las tareas más tediosas durante los viajes, así como el proceso de pasearlas por todo el aeropuerto -si se viaja por aire- o acomodarlas en el bus o el carro, en caso de que se trate de una travesía por tierra.
Ante el descenso en los casos de covid-19, el avance en el proceso de vacunación y la reactivación del turismo, el cual se viene fortaleciendo desde finales de 2021, los viajeros planean desde ya qué destinos visitar durante las temporadas vacacionales de este año.
Vale señalar que no todas las personas tienen los mismos hábitos al momento de empacar su maletas. Mientras hay quienes necesitan un amplio listado de elementos, a otros les basta con una pequeña bolsa o maletín. En ese sentido, resulta indispensable determinar qué objetos son realmente indispensables y de cuáles se puede prescindir al momento de emprender un viaje.
Para las personas que desean viajar por aire es importante verificar con la respectiva aerolínea qué servicios vienen incluidos en el tiquete, ya que en función del mismo se determinan detalles como: derecho a equipaje en bodega o cabina, peso y dimensiones del equipaje, y número de maletas permitidas. Aclarar esta información antes del vuelo ahorrará varios dolores de cabeza.
Precisamente, con el objetivo de evitar tareas tediosas como empacar grandes maletas, desplazarlas, registrarlas, facturarlas y rogar porque todo llegue en orden al sitio de destino, algunas personas prefieren limitarse a una opción mucho más pequeña, es decir, un equipaje de mano.
En palabras prácticas, el equipaje de mano es aquel que se puede llevar en el avión sin necesidad de facturar. Se puede ingresar a la cabina durante el vuelo y, por lo general, se acomoda debajo del asiento. Este equipaje no es el mismo que el de cabina o bodega, ya que estos son más grandes y sí requieren facturación.
De acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el equipaje de mano debe medir un máximo de 56 cm x 45 cm x 25 cm, con asas y ruedas incluidas (si las tiene), y el peso máximo debe limitarse a 10 kg. Por supuesto, es recomendable verificar previamente la normativa de cada aerolínea para confirmar la posibilidad de llevar un equipaje de mano a bordo del vuelo.
Numerosas ventajas
Preferir el equipaje de mano sobre el de bodega o cabina acarrea múltiples beneficios. Por ejemplo, al ser una maleta que no se factura, reduce sustancialmente el precio del tiquete aéreo; además, ahorra al viajero el proceso de hacer fila en el counter de la aerolínea para el registro de la misma.
En Colombia, por ejemplo, el equipaje de mano está incluido en las tarifas de las aerolíneas nacionales, por lo que el valor de su reserva de vuelos es menor. Sin embargo, es importante consultar previamente los términos y condiciones de la aerolínea para cumplir con los requerimientos de dimensiones, peso y contenido permitido.
Llevar lo estrictamente necesario
Dado que el propósito es optimizar costos y comodidad, lo ideal es analizar muy bien qué elementos llevar en el equipaje de mano. Ahora, además de incluir lo necesario, también hay que tener en cuenta qué es lo permitido, pues las aerolíneas tienen algunas restricciones puntuales sobre el tipo de objetos que se pueden ingresar al avión.
Los elementos restringidos por las aerolíneas para ser transportados en la cabina suelen especificarse en las páginas web de cada compañía. Generalmente, son: armas de fuego, objetos cortopunzantes (tijeras, cuchillas, navajas, etc.), explosivos, envases con líquidos que superen los 100 mililitros, ácidos, químicos inflamables, recipientes en aerosol, picahielos, pólvora, entre otros.
En algunos casos también aplican restricciones para alimentos y bebidas, por lo que es importante fijarse en las condiciones de cada aerolínea.
Teniendo en cuenta que el equipaje de mano fija unas dimensiones y peso máximo relativamente limitados, un reto clave es organizar y priorizar qué elementos se van a transportar: ropa, calzado, artículos de aseo, objetos tecnológicos, etc.