VIDA MODERNA

Ocho datos que no sabía sobre la infidelidad

¿La infidelidad es el fin de una relación? ¿Duele más un romance emocional que uno físico? ¿Quiénes son más infieles? Estos y otros interrogantes tienen respuesta a la luz de la ciencia. Esto es lo que todos deberían saber sobre este comportamiento.

29 de agosto de 2017
| Foto: Fucsia

La infidelidad es un asunto tan antiguo como la humanidad pero solo hasta hace poco los psicólogos han dedicado tiempo a estudiarla científicamente. Gracias a ello se han hecho sorprendentes hallazgos, lo que a su vez ha dado una idea de la complejidad del tema. Por ejemplo, se sabe que no es un campo exclusivo del hombre sino también de las mujeres, como lo confirma un estudio de 2011 publicado en el Journal Archives of Sexual Behavior, el cual encontró que 23 por ciento de ellos son infieles frente a 19 por ciento de ellas. El concepto mismo, de hecho, varía de persona a persona y de cultura a cultura. Para algunos una noche de copas, una noche loca, puede no significar gran cosa pero para otros puede ser un acto de traición. Así mismo, para algunos una amistad muy estrecha puede ser infidelidad pero para otros solo la relación sexual física lo es. En fin, hay hallazgos sorprendentes y esta es una lista de ellos.

1. Los hombres dependientes están en más riesgo

Existe una asociación entre el ingreso económico y la infidelidad y es así: mientras más ganen dinero ellos frente a sus mujeres, menos probabilidades tienen de ser infieles. Pero ese efecto solo es temporal pues cuando ellos reciben sueldos que hacen el 70 por ciento de los ingresos familiares, las probabilidades de echarse una cana al aire vuelven a aumentar. Eso lo halló un estudio hecho en  2015  con 2.900 personas entre 18 y 32 años. En el trabajo, publicado en la revista American Sociological Review, los expertos observaron que los hombres dependientes económicamente de su esposa tienen más riesgo de ser infieles. El trabajo encontró que esta relación era más fuerte entre hombres que en mujeres. En efecto, 15 por ciento de ellos que eran mantenidos financieramente por sus esposas tenían este comportamiento frente a 5 por ciento de las mujeres que eran dependientes de sus maridos.

2. ¿La infidelidad homosexual es más difícil?

Los hombres sienten más rabia cuando la infidelidad de su pareja es con una persona del sexo opuesto. Este dato viene de un estudio de 2015 publicado en la revista Personal Relationships. En dichos casos el agredido es más propenso a terminar la relación. Pero lo curioso es que se sienten atraídos y excitados si su esposa o novia los engañó con alguien del mismo sexo. Con las mujeres, sin embargo, sucede un poco distinto. Si bien a ellas también les molesta más que sus parejas tengan relaciones sexuales con el sexo opuesto, están más dispuestas a terminar la relación cuando ellos tienen infidelidad homosexual.

3. Las mujeres quieren amor; los hombres sexo

Siempre se ha creído que en un affaires las mujeres buscan amor mientras que los hombres quieren pasión. Pero, ¿cómo reaccionan las parejas frente a ese tipo de situación? Eso lo respondió un estudio de 2013 publicado en la revista Evolutionary Psychology. El trabajo encontró que la mayoría de hombres se siente mucho peor cuando su esposa tiene relaciones sexuales con ese otro que cuando se enamoran del sujeto. En otras palabras, la infidelidad física es más grave para ellos que la emocional. Las mujeres por cl contrario, se sienten peor cuando ellos se enamoran de su amante.

4. La infidelidad está en los genes

Una de las grandes preguntas de los infieles es saber si se llega a ese comportamiento por una condición hereditaria o un perfil genético de base. La evidencia cada vez más apunta a que hay ciertas personas que según su genética tienden a ser más infieles que otros. Uno de esos trabajos encontró que los individuos que están en mayor riesgo de tener un desliz son aquellos con mayores receptores genéticos para la oxitocina y la vasopresina, consideradas hormonas del amor.  Esta última tiene que ver además con conductas como la empatía, la confianza y el apego sexual.  Quienes hicieron el hallazgo fueron científicos de la Universidad de Queensland. En el trabajo, publicado  en Evolution and Human Behavior. se pudo observar que la genética fue culpable de 40 por ciento de la infidelidad de las mujeres y de 62 por ciento de la de los hombres. Pero los psicólogos señalan que la genética no implica que este tipo de comportamientos no se pueda controlar.

5. La infidelidad no es el fin

Aunque no se han hecho estudios al respecto cada vez más psicólogos y terapistas de parejas consideran que una infidelidad no es el fin de la relación sino una oportunidad para mejorarla. De hecho muchos matrimonios sobreviven a una infidelidad. Para eso, sin embargo, se necesita un esfuerzo conjunto. Algunas reglas de oro para lograrlo son que el infiel sienta arrepentimiento y deseo de cambiar su vida; que el agredido tenga garantías de no repetición y que la víctima no haga preguntas sobre la relación de infidelidad que su pareja sostenía.

6. Por qué los casados son fieles

Intrigados sobre la razón por la cual muchos casados son fieles a sus parejas, un grupo de científicos hizo un experimento con 400 personas casadas por lo menos desde hacía un año y con al menos un hijo entre 24 y 60 años. En el experimento los investigadores les preguntaron la razón más importante por la cual no le eran infieles a sus parejas. Las cuatro respuestas más frecuentes fuero: su código moral, los efectos del affaire en los hijos, el miedo de quedarse solos y los efectos que esa relación pudiera tener en otros, especialmente en la pareja con la que se sostiene el romance extramarital. El trabajo, publicado este año en Journal of Sex Research, mostró que entre los que profesan alguna fe religiosa la respuesta fue más la moral que en los ateos, cuyo principal motivo fue el miedo a quedarse solo.

7. Infiel una vez, infiel por siempre

Un estudio publicado en 2017 en la revista Archives of Sexual Behavior analizó a 500 adultos para saber sobre su infidelidad y qué tanto su pareja conocía de estos devaneos amorosos. El hallazgo corroboró que una vez alguien es infiel tiene mayor facilidad de volver a serlo en otras relaciones. Aquel que había reportado serlo en una primera relación tenía tres veces más probabilidad de haberlo sido en la segunda. Eso no sucedió entre parejas que nunca habían sido infieles. Más curioso aún fue encontrar que quienes reportaron que su primera pareja les había puesto los cachos fueron más propensos a reportar que su segundo también les había sido infiel.

8. Los terribles 49

?En 2014, el sitio web Ashley Madison, especializado en ayudar a los casados a encontrar relaciones extramatrimoniales hizo un sondeo y en él se concluyó que los hombres cuyas edades terminan en 9 eran más proclives a tener una relación extramatrimonial. El estudio fue publicado en  Proceedings of the National Academy of Sciences,  y sus autores dieron esta explicación para sus hallazgos: “Aquellos hombres que están a punto de cumplir una fecha importante como 40 o 50 años están en busca de sentido de la vida y tienen más susceptibilidad de caer en relaciones con personas diferentes a su pareja que a otra edad”. El efecto fue muy parecido en las mujeres.