BIENESTAR
Remedios caseros para aliviar los ojos llorosos
El lagrimeo constante normalmente obedece a un desequilibrio entre la producción y la eliminación de la lágrima del sistema ocular.
Las lágrimas son más comunes de lo que se cree y, de hecho, los ojos siempre las están produciendo. No obstante, existen algunos trastornos oculares que pueden generar que estas se incrementen y que se produzca lagrimeo frecuente.
En ese proceso natural pueden surgir problemas por excesiva producción o por dificultades en el drenaje, lo que se conoce como epífora, la cual puede afectar más a los bebés y personas mayores en uno o en los dos ojos.
La Clínica Baviera precisa que este padecimiento se debe a un desequilibrio entre la producción y la eliminación de la lágrima del sistema ocular.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las causas más comunes de los ojos llorosos son: alergia al moho o el polvo, obstrucción del conducto lacrimógeno, conjuntivitis, contaminación o productos químicos en el aire o el viento, luz brillante, una raspadura en el ojo, infección, pestañas que crecen hacia adentro o irritación.
Con frecuencia esta situación también se presenta por la resequedad, la cual genera molestia que estimula al organismo a producir demasiadas lágrimas. Una de las principales pruebas para determinar por qué se presenta el lagrimeo es verificar si los ojos están demasiado secos.
Los especialistas explican que el lagrimeo suele empeorar cuando se exponen los ojos al frío o al viento, al calor seco, al humo o la contaminación.
Si bien lo ideal cuando una persona se enfrenta a esta situación es recurrir al especialista, también hay algunos remedios caseros que pueden ayudar a aliviar el malestar.
Agua de manzanilla
Para elaborar esta preparación se requiere de un par de ramas de manzanilla y un vaso de agua. Se pone a hervir el agua con la manzanilla durante unos minutos, se deja reposar y luego se cuela. Se mojan un par de algodones con la infusión de manzanilla y se colocan sobre los ojos, con los párpados cerrados, durante 15 minutos y luego se retira, según indica el portal Salud 180.
Bolsas de té
Colocar bolsas de té frías mientras se tienen los ojos cerrados puede ser una forma de relajarse y descansar. El portal Healthline asegura que hay estudios que han sugerido que el té verde, la manzanilla, el rooibos y el té negro tienen propiedades antiinflamatorias. Debido a esto, usar las bolsas de té podría ser una forma efectiva de reducir la inflamación, en caso de que la haya.
Compresas de agua
Si bien las compresas no curan posibles infecciones, sí pueden aliviar las molestias que genera el lagrimeo. Para aplicarlas se humedece un paño en agua fría y se pone suavemente en uno, o los dos ojos. También se puede congelar un paño húmedo en una bolsa plástica sellada durante unos minutos antes de usarla. La recomendación es no presionar duro sobre el ojo ni colocar hielo directamente en el párpado.
Pepino
Solo se requiere coger un pepino, pelarlo y cortarlo en rodajas, las cuales se ponen con el párpado cerrado. Se puede dejar actuar unos 20 minutos para que ayude a descansar y relajar el ojo.
Es importante evitar los lugares que tienen determinado nivel de contaminación y la iluminación cuando se trabaja o estudia debe ser la adecuada.