Remedios naturales contra la celulitis infecciosa

La celulitis en el cuerpo se debe a la acumulación de grasas y se presenta en las piernas, glúteos y estómago. No obstante, también se puede presentar la celulitis infecciosa y los síntomas son más graves, como dolor en la zona afectada, enrojecimiento y fiebre.

Este tipo de afección se puede dar por diferentes motivos. Por ejemplo, las bacterias como el estreptococo y el estafilococo, así como los hongos son un factor determinante ya que pueden penetrar en la piel. Asimismo, el contacto con una persona infectada u objetos que con anterioridad ya haya tocado el enfermo, las personas se pueden contagiar.

Sin embargo, existen diferentes remedios naturales para prevenir la celulitis infecciosa, recomendado por el portal mundo deportivo. No obstante, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud, para llevar a cabo un tratamiento más seguro.

Ajo: este tipo de plantas ha sido utilizada para tratar diferentes dolencias debido a su alta propiedad antiséptica, la cual permite acabar con las bacterias responsables de la celulitis infecciosa.

Agua: mantener bien hidratado el organismo es fundamental para eliminar el estreptococo y el estafilococo por medio de la orina. Se recomienda beber agua todos los días.

Yogurt: esta bebida ayuda a mejorar el sistema inmunológico, debido a las propiedades que contiene, las cuales permiten combatir la infección. Asimismo, es rica en calcio ayudando de esa forma a prevenir la osteoporosis.

Caléndula: este tipo de plantas contiene diversas propiedades como propiedades antiinflamatorias y antisépticos, las cuales eliminan las bacterias que producen la celulitis infecciosa. Se puede aplicar en forma de crema, así como una infusión de caléndula.

Equinácea: esta planta es muy parecida a la margarita y debido a su función antibiótica esta permite fortalecer el sistema inmunológico. Además, sus propiedades antimicrobianas permiten prevenir la celulitis infecciosa.

¿Cómo eliminar la celulitis naturalmente en los glúteos?

Existen múltiples opciones para tratar la celulitis. Es posible realizar cambios en la rutina como adaptar un plan de ejercicios, efectuarse masajes y utilizar cremas especiales. También, algunas personas recurren a tratamientos químicos, médicamente probados y bajo supervisión de un especialista.

Además, es posible recurrir a algunos hábitos que ayudan a combatir este problema o aminorarlo si ya se posee. De hecho, el portal especializado Salud180 listó algunos que pueden funcionar, sobre todo, cuando se padece de celulitis en los glúteos:

Olvidar las “dietas milagro”: perder peso de manera rápida no es tan beneficioso como parece, esto debido a que el cuerpo hace un esfuerzo monumental para no permitir que el organismo se descompense ante la exigencia abrupta que se le impone.

Practicar ejercicio: ejercitarse es una de las opciones para mejorar la apariencia de la piel, debido a que los músculos se tonifican. Para realizar actividad física no es necesario acudir a un centro deportivo o gimnasio. Se pueden elegir ejercicios según los gustos de cada individuo como bailar, nadar, etc.

Usar cremas: en el mercado existe una gran diversidad de productos que prometen mejorar la apariencia de la piel. Lo ideal es consultar con un dermatólogo antes de aplicar cualquiera de estas. “El efecto de aplicar estas cremas sobre la piel afectada probablemente sea indirecto y de corta duración. Si desea probar este tipo de cremas, busque productos que incluyan cafeína, retinol, alfahidroxiácidos y aminofilina”, detalla Mayo Clinic.

Olvidar los refrescos: según el Ministerio de Salud de Colombia, el consumo en exceso de bebidas azucaradas se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades no transmisibles como la diabetes. Además, promueve la producción de grasas que forman la celulitis.

Limitar la ingesta de carbohidratos: estos son difíciles de metabolizar e influyen en la formación de acúmulos de grasa. Tampoco es necesario eliminarlos por completo, basta con reducirlos en su ingesta diaria y consumir los suficientes para que otorguen energía.